La Aldea y el Mundo, San Luis

La “China” puntana

Luciana Aberastain

Soy Luciana Aberastain, pero todos me conocen como “la China”. Soy de San Luis Argentina, fui a la escuela San Luis Gonzaga y posteriormente a Santo Tomás de Aquino. Cuando egresé, estudié y me recibí de Contadora Pública, hice un posgrado en Marketing y Ventas, ahora le sumo un máster en Dirección de Empresas desde España.
Desde chiquita el arte es mi pasión, por eso, más allá de los números, mi interior quiso seguir siempre ese amor, y actualmente también soy cantante, bailarina y modelo.
Hoy estoy viviendo en Ciudad de Reus, provincia de Tarragona, España. Lo que me motivó a irme fue alguito en mi interior que quería ir más allá, que no se quería conformar con la vida que estaba viviendo, que era una vida preciosa, no puedo negarlo. En San Luis tenía mi casa, con mis gatas, mi familia, mis amigos, mi danza, la música.. Tenía todo en realidad. Incluso un trabajo que me permitía vivir muy a gusto, la verdad es que no había ninguna arista que no estuviera cubierta, pero había algo en mi interior que decía “Lu, hay algo más.” “Chinita ¿qué está pasando con este movimiento interior?”.
La realidad es que desde que tengo 17 años siempre dije “uy me gustaría vivir en España” siempre dije España. Y la verdad es que me daba miedo. en otros momentos me conformaba con la vida que tenía porque era una vida muy linda, y porque en el fondo sabía que implicaba dejar mucho atrás, principalmente porque siempre está esa sensación de “che ¿y si le pasa algo a mi familia o a algún amigo? Yo no llego”.
Lo que realmente me impulsó a irme fueron estas ganas interiores, que fueron más fuertes que los miedos,
y las escuché. Cuando tomé la decisión fue un día que volví de competir en Cosquín con mis amigos de la Compañía Puntana. Batallé un montón con el “qué dirán” pero logré armar un plan que a mí me dio la seguridad de saber que me iba a ir con papeles y tranquila. El plan es algo que me encanta: me dije “voy a estudiar, voy a formarme y conocer el mundo más allá del charco”. En el fondo… un vértigo inmenso.
Comencé a hacer todos los trámites para tener el visado, conocí un mundo nuevo de papeles españoles y de extranjería que era increíble.
Como les contaba, estoy viviendo en Reus, una ciudad muy bonita ¡preciosa! Y estoy estudiando un máster en Dirección de Empresas. Por las mañanas trabajo con una beca de la facultad (Beca BiDi) donde hago apoyo docente e investigación y por las tardes curso.
La vida en Reus es totalmente diferente a la que llevaba en San Luis. Más allá de que debo mixear trabajo y estudio, me siento en papel 100% de estudiante, porque ahora debo hacer trabajos prácticos, cursar, rendir finales, estresarme y juntarme con compañeros, lo que también es enriquecedor.
Otra parte diferente es que en San Luis tenía mi casa y auto a disposición, en cambio, acá es muy caro alquilar para mi sola un piso, al menos por ahora no está dentro de mis permitidos. Se usa mucho compartir y yo lo hago con dos chicas más, increíbles personas, ambas. son de las mejores cosas que me ha dado este viaje. Son mi hogar, mi familia.


Siempre digo que el universo me pone las personas justas en el momento indicado, y ha sido así con ellas porque de repente me encontré con Miri y Tami que son mágicas, y ha sido un placer encontrarlas en mi vida y compartir el hogar con ellas.
Lo que más me gusta de todo este viaje son las conexiones, los vínculos que estoy haciendo con tantas personas, independientemente de lo que estoy aprendiendo como profesional (que es un montón), lo que más disfruto son los vínculos que voy generando, el intercambio cultural.
En este tiempo en Reus hice amigas ¡amigazas! que aunque la distancia y el mundo nos separen algún día, tenemos una conexión increíble, un lazo fuerte. Serán “mis personitas” para toda la vida.
La realidad es que nunca me imaginé nada de lo que estoy haciendo o viviendo hoy. Si algún día lo soñé; les juro que no pensé que fuera tan increíble!
Nunca imaginé subirme a un avión, tener el valor de despedirme de mi familia en un aeropuerto a pura lágrima… pero ¡acá estoy! viviendo en otra ciudad, en otro país, inmersa en una cultura tan distinta. Y descubriendo que me encanta vivir cerca de la playa, que es mi lugar en el mundo, no tengo dudas que quiero vivir cerca del mar toda la vida. Y a pesar de los miles de kilómetros que me separan de mi tierra, el tesoro más grande es sentir mi país tan cerca.porque a pesar de que estoy muy lejos, me siento más Argentina que nunca. Lo sorprendente de todo esto y del mundo, sobre todo, es que es más chico de lo que uno piensa, levantás una piedra y encontrás un argentino, un mate o un “che boludo”. Eso es hermoso no lo puedo explicar, pero tiene una magia preciosa ser argentino, en cualquier parte del mundo .. siempre somos manada , siempre somos hermanos, nosé amo mi país.
Sobre planes tengo un montón. Pero estoy centrada hoy en estudiar, trabajar, terminar el máster, seguirme formando como profesional y creciendo como persona. También ver qué me depara el universo, la vida y Dios. Soy una convencida que el mundo tiene planes increíbles para mí, que me llevará exactamente donde debo estar por eso confío ciega.
Confío ciega por que si bien en todo este camino hubo muchísima planificación, todo se dio de forma orgánica, tan bien, que intuí que el universo me trajo acá por algo, que tengo un propósito que cumplir de este lado del mundo. Lo que más me gusta de toda esta historia es haberme animado, haber tenido el valor de tomar la decisión, de haber salido totalmente de mi zona de confort y aprender, por sobretodo; que es necesario soltar cosas para que otras nuevas entren a la vida de una.
Y eso es lo más hermoso, porque yo solté a una Argentina, a una familia y a una vida preciosa y acá estoy recibiendo y llenándome de un montón de experiencias nuevas y mágicas. Algo importante, para terminar, es que está bueno de vez en cuando cuestionarnos. ¿Dónde estamos? ¿quiénes somos? para nosotros y para el mundo. Y por sobre todo ¿qué huella queremos dejar en el mundo?.
Que dejemos de actuar desde el miedo y comencemos a actuar desde el amor al mundo y a la vida. Quiero invitarlos a todos a que busquen su propósito, qué es aquello que los impulsa, que les mueve la existencia y el piso. ¡Animense a perseguirlo! Porque una vez que seguís ese caminito, todas las puertas se abren.
Quiero agradecerle con todo el corazón a mi familia que está siempre al pie del cañón, mis papás y mi hermano, que han sabido ser sostén y acompañamiento en todo este proceso. Soy una bendecida por la familia que tengo. Como dice uno de mis tantos tattos “mis raíces son mi fortaleza”, sin ellos este viaje hubiera sido imposible, estamos más unidos que nunca.
Gracias también a mis amigos que no han dejado que caiga en situaciones que han sido complicadas, por la escucha, las videollamadas y el amor que me hacen llegar por todos lados.
Gracias de corazón a todos. LOS EXTRAÑO.