Por Polaco Altavilla

“Me presento sin libreto”, sintetizó Raly Barrionuevo a su nueva propuesta en vivo, “jugando en el escenario a lo que va sucediendo”, relató el músico, al presentarse en El Veranazo de Folclore, en Comuna Club, que contó con el cierre estelar del santiagueño y la presencia de los Norte Libre, Daniela Baraca y Puchi García, más academias invitadas. “Siempre hay situaciones nuevas y están buenísimas, así que estoy contento”.
Con décadas de trayectoria, Barrionuevo recorrió el país y en esas juntadas musicales se pone al tanto de lo que sucede con la escena local. “Cada vez que me encuentro con un artista, surge un ‘¿che, te animás a subir?’ o tal vez ‘¿es bueno cantar en tal tema?’. Es algo que está bueno que no se pierda, ¿viste? porque algunos artistas prácticamente están rodeados de seguridad y no se los puede ni saludar, es como complicado. Eso atenta contra de la camaradería. Entonces, muchos nos encontramos en los festivales, nos contamos en qué andamos, nos pasamos algunas músicas, como siempre ha pasado en la música folclórica históricamente, de ahí han salido canciones inolvidables, y eso a mí me gusta mucho cultivarlo”.
“Con mi espectáculo unipersonal comencé hace un año y medio, y me costó mucho arrancar porque había tocado muchos años con banda y con músicos, pero era algo que anhelaba, que soñaba hacerlo en algún momento”, dice el artista, que no usa WhatsApp y para entrevistarlo hay que coordinar con tiempo, aunque nunca es difícil esa negociación. “Le daba vuelta a la cuestión y al final largué y tocar así fue como un empezar de nuevo para mí. Como mirar la música desde otro lugar, puramente lúdico y con todos los saberes que uno ya tiene, puedo disfrutar desde la improvisación, no armo repertorios en ningún lado, ni siquiera -el festival- Cosquín. Yo subo y ahí veo qué pasa. Entonces, eso requiere que mi presencia sea absoluta en el escenario. No puedo estar pensando en otra cosa, tengo que estar absolutamente concentrado y conectado con la gente, por supuesto”.

“Es un tema complejo porque siempre el Estado apoyó a los festivales o eventos culturales, me parece que es algo que el Estado tiene que hacer y muchos festivales muy importantes que no se hicieron este verano”, dijo Raly consultado desde Antes del Mediodía por Lafinur FM sobre los recortes del gobierno, sea provincial o nacional, al movimiento cultural, sector en el que corren peligro los artistas. “Me permito decir que los festivales de folclore se han desvirtuado bastante en la búsqueda, que es más bien cuantitativa que cualitativa y eso para mí es bastante peligroso porque hay que manejarlo de otra manera, pero bueno, vamos a luchar siempre para que las políticas públicas de Salud, de Educación y de Cultura no se pierdan, porque hay que dar esa lucha, pero hay que darla sabiendo también de que los fondos para los festivales y los eventos públicos tienen que dar el lugar a los artistas nuevos”, dijo Raúl Eduardo Barrionuevo Druetta, pero que quedó perpetuado con el apodo, y recordó que su abuela le decía Raulito. “Hay algunos amigos y amigas que me dicen Raulito”, repasó con una sonrisa. “Lo que pasa es que Raly me han dicho que tengo uso de razón y es algo muy cariñoso, inclusive del público me gritan así también”.
Al respecto de artistas que se convirtieron en amistades y de familiares que quedaron en la provincia, Raly dijo: “San Luis es mi casa también y todas esas cosas se mueven, juegan mucho a la hora de tocar, de cantar, sobre todo cuando uno no lleva un repertorio armado ni hay un libreto que seguir, siempre cada concierto es un viaje absolutamente diferente, por eso no tengo idea de lo que va a pasar, pero sé que va a haber mucha emoción y eso es un sentimiento fundamental a la hora de un concierto. Así que está bueno ¿van a ir todos ustedes? no me vayan a enterar que fueron a Babasónicos y no van al concierto mío, no?”, bromeó el guitarrista junto al panel del programa radial.
“En el escenario estoy solo, pero hay mucho equipo que armamos que tiene que estar todo perfecto”, resaltó el artista, que se presentó confiado en un arsenal de guitarras de diferentes afinaciones, piano y percusión, con tres técnicos que lo acompañan. “El trabajo es súper profesional”.
“Estoy trabajando en canciones nuevas y en este espectáculo unipersonal, y tengo mucha emoción de cada vez que subo al escenario. He vuelto a reconectar con la música desde otro lugar y puedo compartir con artistas locales de una manera muy hermosa”.