Por Polaco Altavilla

A fines de marzo, la llegada de Bohemia Rock a la provincia causó sensación en dos noches antológicas en el bar villamercedino Stone y el céntrico restó puntano Casa Beta, para descargar voltios de manera compacta, jugando entre ellos e interactuando con su público, dándose los tiempos para tocar transmitiéndolo con naturalidad, desde el seno del grupo formado por el cantante Braian Lugones, Javier Silvera en batería, Santiago Baigorria al bajo y las cuerdas calientes de Diego Simsolo y Facundo Fares. “Cuando se formó la banda no nos poníamos de acuerdo”, recordó con una sonrisa Facu, al explicar la elección del nombre que remite a Queen. “En una nota decían que uno de los mejores temas de la historia del rock es Rapsodia Bohemia y salió la idea, como un pequeño homenaje, y por el significado de lo que representa para un bohemio el arte y la música”. “Ensayamos un montón por semana y se nota, porque la banda lo transmite y eso influye mucho”, reconoció Fares, de impronta gunner. Con su potente combinación de hard rock, blues, rock, punk rock y aladas, en el debut puntano, Bohemia repasó sus discos -Renacer (‘10) y ¿Cuál es tu Precio? (‘18)- y además de estrenar composiciones de la próxima placa, armaron un set list que repartió canciones de Divididos, Los Redonditos y Los Fabulosos Cadillac, por ejemplo, ya que el conjunto transita la senda del rock, hard rock, blues, también con baladas y pasajes de country y rock clásico. “Las influencias van variando, estoy muy en esa onda, hard rock de los 80s, 90s, con Guns&Roses y lo nacional, pero Diego es más punk rock”, contó Facu, resaltando el costado punk del otro violero.
“Siempre me gustó Attaque 77, nací con Los Violadores, Los Redondos, después conocí Riff, a Pappo, todas esas bandas están dentro de mi ADN”, repasó Diego, violero del combo nacido en Lomas de Zamora (Bs As), prontos a cumplir dos décadas de carrera. “Esa línea está y a la hora de componer o tocar la guitarra aparecen. Todo lo que te gusta, lo que escuchaste de chico y hoy en día que, no sé… Foo Fighters, con el sonido que tienen, uno siempre va para esos lados, para las bandas que escuchó, les gusta o las que les llama la atención”.

“Me pareció fantástica la puesta en escena y la dedicación desde lo profesional”, resaltó Fares del evento en Casa Beta organizado por Macma Producciones, dentro del ciclo Identidad Macma Beta, con previa y after del show musicalizado por Danny Cayuman. “Hay que dar el máximo siempre”. “Ojalá que pronto podamos volver porque nos encantó un montón agarrar ruta e ir”, ansía el violero hardrockero, de su primera incursión cuyana. “Lo tomamos como una inversión y fue una inversión muy buena”, adelantó Facu de sus planes. “Estuvo buenísimo lo que vivimos ese fin de semana y tenemos ganas de repetirlo”, manifestó de esas presentaciones durante el súper finde largo de Semana Santa y el 42° aniversario de Malvinas.
“Con el pasar de los años, la banda maduró en cuanto a presencia escénica. Estamos más sueltos, disfrutando del show, de las canciones”, comparó Facu de la actualidad en las performances en el escenario y la calidad en la composición desde que comenzaron hasta la actualidad. “Estamos seguros de lo que tocamos. Cuando empezamos y éramos chicos uno estaba nervioso, mirando siempre el mástil de la guitarra para no pifiar acordes, y faltaba eso de vincularse más con el público y soltarse y entregarse más. Así que en cuanto a lo que es presencia escénica, creo que sí, se ganó un montón… pero seguimos pifiando igual”, se sinceró con una sonrisa el violero. “Quien quiera escuchar nuestras canciones puede hacerlo en cualquier plataforma, ya sea Spotify, Apple Music o la que se les ocurra”, aseguró Fares, cultor de la vieja escuela del formato físico pero consciente de las demandas del mercado actual, contraproducente de fans de la vieja escuela, que buscan discos, remeras o posters. “Lo que es formato CD en algo físico no tenemos y creo que la gente no lo pide. La forma de vincularse hoy en día con el público es a través de las plataformas y ahí estamos”, aseguró lamentando la pérdida de una costumbre usual entre grupos y fans, pero sí se permiten un rito que no cambiarán: obsequiar trofeos a su público, ya sean las púas, las listas de temas, calcomanías, o incluso hasta el intercambio de remeras. “A las remeras que tengamos puestas, quien las pida ¡se entregará transpirada! como se hizo siempre en el rock… así que bueno, con eso vamos”.