Expresiones de la Aldea, La Aldea y el Mundo, San Luis

Un guiso de lentejas, un montón de cosas y la realidad

IRIS

Empiezo con todo. Se vino el fresquete, aunque con intermitencias. La cuestión que va espectacular receta para hacer un guisito de lentejas. La clave para cocinar el guiso está en la cocción de las lentejas. Es importante que la legumbre esté en remojo durante varias horas para ablandarlas, si es de un día para el otro mejor. O sea, las ponés en remojo el día anterior. En caso de que las legumbres sobren, las podés llevar al freezer y guardarlas cocidas para una próxima ocasión. Vamos, ingredientes: medio kilo de carne, puede ser paleta, roastbeef u otro corte más baratito a elección, panceta ahumada, un chorizo colorado, un paquete de lentejas, una cebolla, dos cebollitas de verdeo, dos tomates perita, dos papas, caldo o agua, hojas de laurel, aceite, sal y pimienta, ají molido, comino y pimentón. En una olla ponés la panceta y la carne cortadas en cubitos hasta que se dore, agregás aceite, la cebolla y el verdeo en cubitos. Una vez que la cebolla esté transparente, agregás el tomate en cubitos y dejás cocinar hasta que se forme una salsa. Agregás el paquete de lentejas (ya te dije lo del remojo), incorporar caldo o agua hasta taparlas y dejar cocinar durante unos diez minutos. Agregás las papas cortadas en cubitos, el chorizo colorado en rodajas y las hojas de laurel. Cocinás durante treinta minutos a fuego medio o hasta que las lentejas estén tiernas, todo depende del tiempo de remojo que haya tenido la legumbre (te lo dije). Revolvés y sumás los condimentos. Cuando esté listo, servís y si querés le ponés por encima perejil picado (a mí no me gusta). Y te rechupás los dedos.
Me pasé a las lentejas porque todo marcha igual.

Cada vez hay más fútbol de todos lados, y Gran Hermano sigue y sigue, que entran que salen, y todos los líos que se arman.

Voy a decir cosas que saben todas: la lluvia me arruinó todo el finde pasado, y se vino el frío, pero después otra vez otra temperatura. O sea, cualquier cosa. Y todo sigue aumentando que es una locura. La luz viene cualquier cosa y dicen que el gas va a ser terrible. Preparate chocolate, no sé de qué corno nos vamos a disfrazar. Pero lo que es de verdad terrible es el aumento de las prepagas. Te cuento la verdad, digo esto, pero me importa un rabanito. No tengo, ni tuve y nunca voy a tener prepaga. Igual me solidarizo con la gente que tiene. Lo que sube y sube, y sí necesita todo el mundo es el valor de los remedios. Una cosa desopilante, encima que estás enferma… Dios mío. Y de los aumentos para los jubilados no entiendo ni medio. Que nueva fórmula, que la vota el Congreso, que índice de precios, que los bonos que nos van a dar vaya a saber cuándo, y todos otros cuentos. Ah… parece que se separaron la Fátima Flórez y el presidente Javier Milei. Ni fueron felices ni comieron perdices. Ella anda por los Estados Unidos. Dicen que vuelve pronto.

Otro embrollo es el mismo Milei contra todos los periodistas, se la agarra con uno, se la agarra con otro.

Ahora parece que Jorge Lanata le quiere hacer un juicio. Una buena: las chicas nuestras del fútbol perdieron por tres a dos contra Boca, pero jugaron muy bien. Las de Boca tienen muchísima experiencia. Hay que aprender y meterle para adelante. Vamos chicas, que no decaiga.
Nena, termino con algo grave y muy serio. En la coqueta ciudad de Buenos Aires cada vez más gente tiene que dormir en la calle. No tienen ni casa, ni posibilidades de nada. Y nada de pensar en lugares alejados, o sitios recónditos. Mirá, yo tengo una amiga muy paqueta que vive en la avenida Santa Fe, en el mismísimo y renombrado Barrio Norte. Me cuenta que en el cajero automático del Banco Galicia de la esquina de Santa Fe y la calle Talcahuano, no duermen menos de siete u ocho personas por noche. Se protegen como pueden del frío y la lluvia. Es terrible, y todos saben porque no es un día o dos. Son todas las noches.