Sol y fe suena en el mundo
El dúo Sol y Fe nació en el 2002, este año va a cumplir 22 años como dúo. La primera etapa fueron 15 años con Marisol, mi esposa, éramos Marisol y Federico. Estuvimos 15 años juntos y estos últimos 7 años está mi hija mayor, Ayelen Marisol.
Al principio empezamos tocando en varios lugares de la provincia, en casinos, restaurantes, fiestas privadas, en el famoso Aranjuez, en la esquina de la plaza Pringles. En 2010 nos fuimos a vivir a La Plata con la familia, fuimos a Buenos Aires para cambiar un poquito el aire e ir tras otras cosas.
En 2011 nos dieron una posibilidad para trabajar en una empresa de crucero, que ya no existe, Íbero Cruceros, fue nuestra primera experiencia sobre el mar. Hicimos un contrato corto de dos meses, nos bajamos y nos quedaron videos, fotos. Después empezamos a enviar por nuestra cuenta a otras empresas, hasta que en 2014 nos llamaron de MSC Crucero, ahí empezamos realmente a viajar por el mundo, porque fuimos a Europa, hicimos Sudamérica, Brasil, Uruguay, Buenos Aires, fueron siete meses de contrato. Empezamos con Marisol a viajar, hicimos dos contratos juntos, 2014-2015, y después ya no pudo seguir viajando porque teníamos otra hija más chica, no pudo continuar. Ahí fue cuando se nos ocurre incluir a mi hija mayor que ya estaba terminando el secundario. Arrancamos con ella a partir de 2017 a vivir esta experiencia de viajar por el mundo. Lo que impulsó a este dúo a aceptar diferentes desafíos y propuestas que se nos han presentado fueron las ganas de seguir creciendo, ya que en San Luis, nuestra provincia, se llega a un techo, de ahí no se pasa. Siempre quisimos que el dúo crezca, tanto en lo profesional como en lo personal, en géneros musicales, canciones, en que la gente nos conozca más. Tratar de transmitir siempre alegría, diversión, que sepan cómo nos divertimos y cómo tratamos de hacer divertir a la gente.
Nos sentimos orgullosos cuando viajamos de decir que somos argentinos y de San Luis, porque por ahí todo se centra en Buenos Aires, dado que hay mucha gente que viaja por el mundo y es de Buenos Aires, ya sea porque cantan o bailan tango, andan por China, Asia. Todo se basa en Buenos Aires, o en las provincias grandes, y somos de los primeros que empezamos a viajar por el mundo con los cruceros. Esta empresa nos ha dado todo, en cuanto al crecimiento profesional y personal también, porque acá entramos hablando inglés muy básico, era saludar nada más, y hoy en día tenemos una base bastante importante de inglés, de italiano, portugués. Aprendimos con nuestros propios compañeros, porque viajamos con gente de todo el mundo en los cruceros.
Ayelén tiene 25 años, arrancó a los 18. En vez de elegir la universidad, dijo no, quiero cantar por el mundo, explorar otras culturas, y siempre con la puntanidad a flor de piel, porque donde nosotros viajamos siempre decimos orgullosos que somos de San Luis, argentinos de San Luis, nativos, nacidos y criados. Todos somos de San Luis, estamos muy orgullosos de llevar nuestra música por el mundo, y así mismo también tenemos la suerte de que en estos años también hemos hecho temporada en Sudamérica. Hemos podido hacer nuestra música, el folclore, inclusive hemos estado en el teatro del crucero haciendo folclore argentino, zamba, cueca, chacarera. Y eso también es algo muy bueno, porque vamos mostrando nuestras raíces, nuestro origen.
Ya estamos embarcados, desde el 2003. Nos pidieron embarcar con banda, así que también pudimos traer gente de San Luis, dos chicos de San Luis y uno de Villa Mercedes. También les abrimos las puertas y las posibilidades a ellos, gente de nuestra tierra, para que vivan esta experiencia y mostrar que en San Luis tenemos buenos artistas, buenos talentos. Tenemos muchos amigos de muchos países, españoles, italianos, brasileros, colombianos, pero cuando nos dijeron que teníamos la posibilidad de tener banda, pensamos en gente de nuestra provincia, primero que nada. Éramos 5, pero uno no pudo continuar por razones personales, el baterista. Estamos ya concluyendo nuestro contrato y si nos preguntan qué nos llevamos de recuerdos y cosas es mucha experiencia.
Hay un montón de anécdotas por contar. En 2019, haciendo uno de los barcos grandes de la empresa en el norte de Europa, todo lo que es Noruega, los fiordos, Dinamarca, Helsinki, Tallinn, Estonia, Finlandia, habíamos salido una mañana a pasear, a recorrer lo que es Flam, que pertenece a Noruega. Las montañas son altísimas, nosotros tenemos hermosas sierras en San Luis, pero allá en Noruega se ven montañas bien de verdad, bien altas. Salimos a sacar fotos, conocer, y cuando estábamos llegando al puerto, vimos que había olor a humito, tipo carne, y resulta que se había organizado un almuerzo para toda la tripulación, donde estaba hasta un capitán sentado afuera, en el césped bien verde, al lado de un lago, tipo picnic. El hecho de comer sentado en el césped con el barco atrás, las montañas, el lago, es una anécdota que jamás nos vamos a olvidar, y algo que nos encantó. Con Marisol queríamos conocer Venecia, Italia en general.
Pudimos conocer Roma, un montón de lugares, Bari, Génova, Napoli. Venecia fue una locura, no podíamos creer que estábamos ahí, no daba para andar en góndola, porque cobraban muy caro. Otra experiencia linda fue en Turquía, conocer Estambul.
El barco siempre llega a los puertos a las 8 de la mañana, navega de noche. Después de las 6 de la tarde sale el barco, al otro día llega a las 8 de la mañana a un puerto, por ejemplo, a Barcelona. Hemos estado en Barcelona a las 8 de la mañana, hasta las 5 de la tarde. Son 7 u 8 horas en las que vos te podés bajar, sacar fotos, comer algo y no podés creer que estás hoy en Barcelona y al otro día estamos en Bari, en Italia. Y al otro día en estamos en Portugal, al otro en Croacia y al otro día en Marsella, Francia. A veces no somos conscientes de que hace siete días que estamos en países diferentes. No podés creer que hoy desayunás en un país, al otro día estás desayunando en otro, porque vas por mar. Es el único trabajo que te permite conocer en una semana 7 países distintos, o 7 lugares de países distintos.
No nos olvidamos de dónde somos, de dónde venimos, que somos nacidos y criados en San Luis y eso es lo más sagrado que tenemos. Nuestra hija más chica que tiene 16 años, es pianista y cantante, y en dos años ella va a embarcar, quiere trabajar también en crucero, viajar por el mundo. Somos una familia de artistas.
Gracias a Dios contamos con un paquete de internet para redes sociales, para abrir mails o las mismas redes sociales, y aparte un paquete para WhatsApp. Así que estamos todo el tiempo escribiéndonos con la familia, haciendo una videollamada, cuando bajamos a un puerto nos conectamos a wifi. Ese vínculo de la conexión no se pierde. Los contratos siempre son de 6 meses, por lo general el músico tiene un contrato de 6 meses, mínimo 5 y máximo 7. Estamos 2 o 3 meses en casa y después volvemos a embarcar, ya sea que hacemos norte de Europa, Mediterráneo, Báltico, Adriático o Sudamérica. El Caribe de Miami, Bahamas, Cuba, México, República Dominicana, Puerto Rico, son las partes todavía que no conocemos, y después nos va a quedar más adelante Asia. Queremos ir a Dubái, Miratohara, Malaysia, China, Hong Kong, son las posibilidades que tenés que hacer de este trabajo, que te da la posibilidad de conocer varios continentes.
Vamos creciendo y hacemos cada vez más estilos de música, así que tenemos más posibilidades de viajar a distintos continentes. Siempre marcando que primero están los latinos, somos 100% latinos, bachata, salsa, merengue y fiesta, somos un dúo de fiesta, y en este caso una banda de fiesta.