Expresiones de la Aldea, La Aldea y el Mundo, San Luis

El brillo que no se opacaba con ninguna oscuridad

Por Polaco Altavilla

Emblema del grunge, Chris Cornell era un tipo con mucho brillo, a pesar que vivía en el agujero de un sol negro. El 18 de mayo de 2017 se apagaba la voz de un cantante estelar, cuando fue hallado sin vida en la habitación de un hotel de Detroit, a los 52 años. El artista había expuesto en varias oportunidades su lucha contra la depresión.
A mediados de los 80 formó Soundgarden, referente de una flamante escena a la par de Nirvana, Pearl Jam y Alice In Chains, y con el correr del tiempo, con su discografía influyó a muchos más.
Christopher John Boyle Cornell nació el 20 de julio de 1964 en Seattle, USA, y a los 14 años, tras el divorcio de sus padres, tomó el apellido materno. Este suceso fue el detonante de casos graves de depresión. Otros golpes fulminantes en Chris fueron el deceso de sus amigos Andrew Wood (por sobredosis), roommate y cantante de Mother Love Bone, en 1990; y la de Kurt Cobain, en 1994. Para el 13 de mayo de 1994, que editaron Black Hole Sun, Kurt se había quitado la vida en abril, lo que potenció el mensaje de la canción.
En 2001 fue vocalista de Audioslave, grupo integrado por Tom Morello, Tim Commerford y Brad Wilk, tres exmiembros de Rage Against The Machine.


“El tributo nace en 2023 pero viene de larga data”, explicó Adrián Serrano, bajista de AudioStoners, de la creación que celebra a Audioslave y Soundgarden, con Temple of the Dog y temas solistas de Chris, incluso con You Know My Name, de Casino Royale, para la saga del espía 007 con licencia para matar, James Bond. “Nico -el cantante- tenía en mente una banda tributo a Chris Cornell y consolidamos la formación. Empezamos a ensayar un repertorio y quedamos contentos con el sonido, primero, después con la convocatoria, y ahí le dimos para adelante”, dejó en claro Serrano, resaltando la fascinación de los integrantes por un artista que evolucionaba su intensidad a medida que maduraba artísticamente.


“Con esta propuesta, lo que pretendemos es repasar toda la carrera de Cornell, hacemos un show que está bien armado y pensado para disfrutarlo arriba y abajo del escenario”, recalcó de ese viaje a los 90 con la excusa ideal para calzarse unos jeans rotos y la camisa leñadora para recordar una década que tuvo muchos representantes del estilo, con Cornell, el dios dorado del grunge, como genio y figura durante el auge del movimiento musical.
Al respecto de las fechas de principio de año, Serrano se refirió a la situación actual y lamentó la falta de oportunidades laborales en general, para ellos y su sector, ya que tuvieron una etapa difícil, debido a la falta de compromisos particulares y festivales populares que suelen realizarse durante la temporada veraniega, que suelen ser los mejores momentos para mostrarse en vivo, indoor y al aire libre. “Fue un poco difícil, pero dijimos: ‘bueno, hay que arrancar el año’, y acá en Mendoza, sí, enero es un mes difícil así que empezamos por allá. Esta vez fue diferente porque la gira la empezamos en San Luis”, destacó el músico, frente a otra promesa artística de detonar los escenarios de All Right en la ciudad y la noche siguiente en el mercedino bar Stone.


Pletórico de energías, Serrano destacó una y otra vez las ganas de volver a la ciudad con AudioStoners, “para homenajear a los grupos y a todo lo que tenga que ver con esa etapa de Chris Cornell, para revivir los 90… porque San Luis se va a llenar de grunge”, bromeó con complicidad el cantante, en referencia a la coincidencia por la visita de Seattle Supersonic, que se presentaban el día anterior con su homenaje a Nirvana, en sus formatos eléctrico y el recordado Unplugged de Mtv. Ambos grupos realizaron sesiones temáticas en la misma jornada, para delirio de la Generación X.
“Todas las veces que hemos ido nos han recibido muy bien”, resaltó el músico, quien tenía nexos locales en sus visitas. “Teníamos contacto con la gente de All Right y siempre se portaron muy bien a la hora de facilitarnos fechas en el bar”, definió Serrano a sus fans locales, en otro retorno a la provincia, lugar en el que no pasa desapercibido ni es “superdesconocido”. Porque además de tocar en Sueños Blancos, banda tributo a Rata Blanca, por lo que también deben saber cómo combinar los ensayos y conciertos de sus grupos. Adrián vivió tres años en la capital puntana y recuerda momentos vividos por estos lados.
“Del público puntano siempre he dicho lo mismo: es más sanguíneo y te reciben muy bien”.