Expresiones de la Aldea, La Aldea y el Mundo, San Luis

En México, muy cerca de Argentina

“Te cuento mi historia”
Si sos parte del mundo y querés contar tu experiencia sumate a esta propuesta
para que nos cuentes dónde estás viviendo y a qué te dedicás.
Escribinos a: laopinionsl@grupopayne.com.ar

Mi nombre es Giuliana Triberti, nací en 1999 en Villa Mercedes, San Luis. En 2002 a mi papá, Sergio Dario Triberti, quien trabajaba en Procter & Gamble, le ofrecieron un puesto de esta misma empresa en México. En dicho puesto también le ofrecían oportunidades de vivienda, así como estudio para nosotras, por lo que decidieron migrar. Como familia sufrimos mucho el traslado a México, extrañábamos constantemente a la familia y, particularmente mis papás, no terminaban de adaptarse a las costumbres de acá (a diferencia del mundo globalizado en el que vivimos, en aquel entonces era difícil incluso encontrar la yerba para el mate). Para extrañar ligeramente menos, buscábamos grupos de amigos argentinos por acá para juntarnos a comer un asado, entre ellos, Juan Carlos Toplikar, un amigo muy querido de la familia. Recuerdo haber llorado en repetidas ocasiones cuando era pequeña por no tener el acento argentino como mis papás o disfrutar todo el contenido que consumía de Argentina. En ese momento mi mamá escuchaba la radio durante la mañana, durante el día veíamos los canales de tv de allá y en la tarde/noche con mi hermana veíamos Floricienta. Hoy en día, sigo consumiendo mucho contenido argentino. Mientras como o estudio, me pongo de fondo streamings como el de Olga TV, que me ha resultado muy entretenido. La música también forma una parte crucial de mi vida, mi hermana canta y yo toco la batería y la guitarra. En algunas navidades y cada vez que tenemos oportunidad, cantamos chacareras, tangos y canciones del rock argentino. Nosotras crecimos viendo a nuestros padres muy orgullosos de la cultura y te diría que prácticamente absorbimos todo. El amor por la camiseta y la Selección nunca se fueron. Recuerdo el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando nos sentaron a todos en el patio de la escuela a ver el partido México-Argentina, me hice algunos enemigos en ese entonces. Ni hablar del mundial más reciente, donde tuvimos varios debates con la gente de la oficina donde ahora trabajo. Desde aquel momento habíamos vivido prácticamente solos en México, hasta que en 2013 mi tío Silvio Barroso vino a vivir para acá. Nos trajo un montón de alegrías y se continuaron reafirmando costumbres de allá, como los asados el domingo y el fernet con Coca. Con mi hermana nos sentimos muy consentidas y apapachadas por él. En Villa Mercedes continúan viviendo mis abuelos maternos María Isabel Tolesco y Juan Felipe “Pocho” Barroso, así como mi tío paterno Julio Triberti. Cerca, en Justo Daract, viven mis abuelos paternos Beatriz Dora Catania y Juan Carlos Triberti.

A pesar de que mi hermana y yo no viajamos hace un rato, mi abuelo “Pocho” vino a la graduación de ambas en diciembre de 2021. Asimismo, mis papás viajan para allá un poco más seguido. Dentro de poco andarán por aquellos pagos. Dada esa cercanía con los distintos medios argentinos, desde pequeña tengo una gran curiosidad por la economía. Siempre he estado constantemente informada de las cosas que pasan allá y me siento responsable y motivada de buscar alternativas para retribuir y regresarle un poco de todo lo que me han dado ambos países, tanto Argentina, que me vio nacer y me dio gran parte de los valores que tengo hoy en día, así como México, que me vio crecer y me dio a mis amigos y a mi pareja. El amor por la economía se intensificó cuando me becaron para hacer parte de mis estudios en Italia en el 5° año del secundario (2° año de preparatoria en México) conocí a Renata Paschi, una fiorentina hermosa que me enseñó la relación entre la economía y las distintas disciplinas, como el arte. Posterior a eso estudié la carrera en el Tecnológico de Monterrey, institución con la que estoy eternamente agradecida por haber becado mis estudios. Me gradué con honores de dicha universidad y seis meses previos a la graduación comencé a trabajar como analista en la Dirección de Estudios Internacionales del Banco Central de México. Una institución reconocida a nivel internacional por sus excelentes economistas y su trabajo incondicional en forjar su independencia de las decisiones estatales. Más recientemente, apliqué a algunas universidades en el extranjero para realizar mi maestría. Aparte de la economía, me fascina programar modelos relacionados con las ciencias sociales y el comportamiento humano. Así, encontré la maestría que me apasionó, el Máster en Computational Social Sciences de la Universidad de Chicago. En agosto, estaré por allá dando lo mejor de mí para dejar el nombre de ambos países en alto y, nuevamente, regresar un poco de todo lo que me han dado.