Archivo personal de Gabriel Calderón Santander / Publicación en el portal Nogoli Prensa

En el año 1926 curiosamente un contralmirante llamado José Moneta compra una fracción de tierra con la intención de pasar su tercera edad lejos del mar rodeado de verde y hermosas sierras. Al retirarse de la marina esta persona sufría de asma y era necesario, por prescripción médica, buscar un lugar con clima seco y que sea apto para su salud. Este pueblo fue de su consideración cumpliendo con todas las expectativas, dejando de lado alguna idea de vivir en hermosas playas rodeada de arena. También aportó a este cambio la belleza natural que ofrecía su armoniosa geografía queriendo contagiarse de aire puro como lo es la hermosa villa de Nogolí.

En su cabeza rondaban, seguramente, los recuerdos de infinitas travesías surcando aquellas aguas saladas. Ya tenía la idea fija de hacer algo que contuviera todos aquellos momentos. Dado que la mayor parte de su vida fue arriba de los barcos. Y gracias a estas torres de señalización luminosa le sirvió muchas veces de guía sobre los peligros acarreados por la desorientación a causa de las tempestades surgidas de la nada o tal vez sentir el alivio de ver esa tenue luz a leguas marítimas sabiendo que falta poco para llegar a tierra.

Y atento a esos avisos costeros que le servían de guía tanto para su navío como para su vida, decidió construir un faro semejanza a los vistos en sus travesías, concretando esta obra en medio de las sierras, colocarlo frente a su ventana y así, al acercarse a ella, cerrar sus ojos y transportarse a sus días de marino.

Por ello y siguiendo sus impulsos de agradecimiento a este monolito costero, decidió llamar a su estancia. “El Faro”.

Una de las mejorías que ofrecía esta estancia era que tenía luz propia, hablemos de 1926. En la casa se construyó una pileta que llamaba “el laguito”, era alimentado por el agua que traía el rio mediante canales, servía para la usina. Más o menos cerca de los años 80 se recuerda entre los vecinos del lugar cómo la luz del faro barría con su claridad la mesilla, parte norte del pueblo cordón saliente de los cerros. Nota del autor: Si, quieren colaborar con imágenes anteriores a 1960 pueden escribir a gcalderonsantander@gmail.com enviando en el mismo mensaje la autorización para publicarla. Gracias.