IRIS

Falta un poco, pero ya empieza todo el cierre del año: el horóscopo, las fiestas, las vacaciones y todo el otro piripipí. Para variar, corté por lo sano. A mí no me embroman más. Vacaciones en San Luis. No tenemos un mango y además mi provincia es hermosa. Espero que haya agua. Y vamos a decidir, si El Volcán, Trapiche, San Francisco, Luján o algún otro lado. Por ahí hacemos unos días en cada lado y chau. Pagamos la nafta entre todas y la Claudelina pone el auto. Un desastre, es más viejo que yo; si querés aire… soplá, pero bueno, es lo que hay. La chiquita quería ir de campamento en carpa. Disculpame: ni loca, ni ebria, ni dormida. Me empiezan a doler las costillas, el final de la espalda, las rodillas, los hombros y el alma. Además, si llueve nos empapamos. No. Dicen que yo duerma en el auto, tampoco me parece, de cualquier forma, te voy contando.
Las fiestas. Porque la Clotilde dice que hay que prepararse con tiempo. No comparto. Pero igual aclaré que no ponga la casa. Te dejan un chiquero, todo el baño mojado, olores raros y no me parece.

Voy donde me inviten. Y este año decidí que no hago ensalada
rusa. Me critican mucho.

Ya voy a buscar alguna receta baratita y fácil, y te la paso. Bebidas tampoco aporto. Es incómodo, carísimo, los envases y todo eso. Tomemos granadina y a otra cosa.
El horóscopo ya lo voy a consultar con la Ludovica que estuvo el otro día con la Chiqui Legrand. Te digo: la veo dubitativa, no me parece que el 2025 traiga grandes cosas. Ya veremos. Esperemos que mi signo zafe. Si me conviene miro los signos comunes del zodíaco, y si no me voy al horóscopo chino que suele ser más ambiguo y benevolente. No estará fácil, pero siempre me arreglo. Una dermatóloga me recomendó que para estos últimos meses del año me ponga mucha crema en las manos, que soy propensa a que se me resequen y me salgan cosas raras. Le meto crema, no hay problema.
Una gran gala del Balón de Oro 2024 en París. El Balón de Oro fue para Rodri (Rodrigo Hernández Cascante), jugador de Manchester City y de la selección de España.

Emiliano “Dibu” Martínez fue elegido el mejor arquero del
mundo por segundo año consecutivo.

Me encantan como se visten los jugadores y se emperifollan las mujeres.
Son divinas, me hacen acordar a mis buenos tiempos. El actual guardameta del Aston Villa llegó a la gala luciendo un elegante smoking y acompañado por su esposa, quien deslumbró con un vestido rojo. A pesar de los abucheos, porque es en Francia, que lo recibieron, el Dibu mantuvo su sonrisa característica y se dirigió a la prensa con un mensaje emotivo. Habló muy bien: “Vengo de un lugar chico, siempre lo recuerdo, y eso me motiva a seguir creciendo. Lo individual viene después de lo grupal”, compartiendo su triunfo con familia y amigos. Su humildad y dedicación resuenan no solo en el campo, sino también en su papel como líder del equipo argentino. “No me veo como el mejor; hay arqueros increíbles. Lo que importa es el equipo”, añadió, dejando claro que su enfoque está en el colectivo. Un pibe muy gauchito. Me acuerdo de chica cuando los pibes cantaban: “Tenemos un arquero que es una maravilla, ataja los penales sentado en una silla…”. El otro día un chico jovencito atajó un montón de penales para que Boca le gane a Gimnasia y Esgrima La Plata por la Copa Argentina. Sigue todo lo del chiquito Franco Colapinto. Ahora corrió en México. Todo elogio y celebración. Lo que me gustó es el grupo de papafritas que de golpe se hicieron especialistas en Fórmula Uno. No tienen la menor idea, hablan de gusto todo el día. Y ojota, que yo tengo memoria… Me acuerdo, en su momento, cómo lo despedazaban al Lole Reutemann, lo hacían bolsa. Fracasado, mediocre, mufa, le decían de todo. Son terribles.

Opinan de todo y no tienen ni la menor idea. Es muy bueno
guardar un poco de silencio, callarse un poco la boca.

Mirar, escuchar y aprender. Y no solo de automovilismo, lo digo por varios rubros más. Esta sentencia, por supuesto, incluye al periodismo.