EL INSPECTOR
Por Roberto Tessi
A raíz de estas visitas a nuestra provincia, de las que muchas veces nos enterábamos cuando se publicaban informes sobre lo visto y oído por estas comarcas, se dio a llamar “los inspectores” a quienes evidenciaban esa actitud al visitarnos. Ignotos viajeros por aquellos tiempos, algunos tomaron realce al pasar los años y generalmente decepcionaron a la mayoría puesto que a nadie le gustaba el “ojo crítico” en sociedades ancestrales y conservadoras hasta sus raíces.
Pero hubo algunos que posaron su mirada y causaron inquietud, ya que anunciaban épocas de cambio.
Tal fue la visita del brillante médico, científico y sociólogo Juan Bialet Massé, un catalán que apenas recibido en la Universidad de Madrid se vino a la Argentina inaugurando una cátedra de estudios con una mirada más afín a los postulados socialistas y humanistas del fin del siglo XIX.
Acuñaba la sospecha de que todo lo que brillaba no era oro, y de que el progreso ininterrumpido de las sociedades modernas estaba sustentado en la explotación atroz de millones de personas en estado de casi esclavitud.
La creciente presencia de grupos sindicales afines al anarquismo y al socialismo se expandía por una gran parte de los países desarrollados y los otros en vías de desarrollo.
Al poco tiempo el estudio, volcado en 7.000 carillas escritas, daría la razón a estos pronósticos por los sucedido en distintos lugares del mundo: en nuestro país la muerte de obreros en la huelga de los Talleres Vasena de Buenos Aires, el fusilamiento de peones rurales en la Patagonia por parte de los terratenientes y el ejército nacional y por supuesto con una serie de movimientos como la revolución soviética encabezada por los bolcheviques y que vendría a cambiar la vida de millones de personas en ese siglo.
La visión
Por eso, la inteligente visión de este médico catalán en semejante informe detallado con cifras y datos, va a inaugurar el Derecho Laboral como ciencia de estudio. Se explica que con un título universitario, se inscribe en la Facultad de Córdoba y se recibe de abogado.
Para realizar el informe recorre medio país en los más variados transportes y llega a Villa Mercedes en 1903, a inspeccionar los talleres ferroviarios del gran oeste argentino.
Describe minuciosamente el estado de explotación de obreros y lo calamitoso de las condiciones de trabajo, lo cual obliga al señor Villalonga a que se presente en esta como dueño del ramal, y para que en un plazo muy breve mejore las condiciones de trabajo; y obliga también a las restantes concesionarias, una de ellas de origen francés.
En el Tomo III capítulo Nº VII, Bialet Massé se refiere a la Terminal Ferroviaria de nuestra ciudad poniendo énfasis en las diferencias salariales entre el jefe de estación y el resto de los auxiliares y peones. Esta visita, que quedó registrada para siempre en ese informe, marcó un antes y después de la historia de los derechos laborales de nuestro país y nos pinta una realidad de los comienzos de nuestra ciudad, sus luces y sombras, aunque nunca se lo cite o recuerde.
(Segunda parte)