Notas Centrales

BITÁCORA DE PANDEMIA


Hojear sin juzgar el cuaderno de bitácora de viaje en esta pandemia en el que diferentes y distantes personas escriben reflexiones y sentires de esta historia


Pandemia COVID-19; el desafío pendiente. Así escribe desde San Luis el Dr. Mariano Acosta: No es ninguna novedad que este año quedará rotundamente marcado por impacto que la pandemia por el COVID-19 ha tenido sobre todo el mundo.
En una mirada como científico, no especializado en el tema, creo que la comunidad científica internacional y, particularmente el CONICET a nivel nacional, han respondido con el primer desafío que la enfermedad nos puso: desarrollar test para detectar tempranamente los pacientes infectados (sintomáticos y asintomáticos).
El segundo desafío que la enfermedad nos puso, no solo a la comunidad científica sino a toda la comunidad en general, fue cumplir con las recomendaciones que los profesionales especializados en epidemiología recomendaban: la cuarentena, el aislamiento, el distanciamiento, entre otras medidas.
Este segundo desafío fue alcanzado parcialmente en ciertos lugares, quizás por la dificultad que ciertas zonas del mundo y el país tienen, quizás por negligencia de ciertos particulares, quizás por los intereses políticos y monetarios que los gobernantes y parte de la comunidad de ciertos países tiene.
Sin embargo, el desafío más importante que tiene pendiente a la comunidad científica mundial es desarrollar una vacuna que nos permita prevenir la enfermedad y todas sus consecuencias. Ruego a DIOS porque este último desafío se alcance prontamente por el bien de la Humanidad.


Desde Mina Clavero la Médica Generalista Nenán Zazú, realiza su catarsis: lo que vivimos ha puesto de manifiesto, más allá de estas cuestiones de autoayuda que aparecen sobre que es un tiempo de reflexión, las miserias humanas, no es que sea pesimista, pero se ha mostrado el egoísmo, el me salvo yo y no el resto.
También ha habido la solidaridad y empatía, pero son menos los casos que advierto, ni hablar de como quedó al descubierto ciertas ineptitudes de los políticos desde el orden municipal, provincial y nacional de poder tomar políticas públicas inherentes a las necesidades de la sociedad, se les fue de las manos la salud, la seguridad, la seguridad social, la educación, más allá de las medidas que exige tomar la pandemia como medidas de prevención.
Siento que no supieron hacer listas de prioridades para los recursos acotados con los que se cuenta, no solamente económicos, si no también organizativos, humanos, y lo que significa formar parte de los países del tercer mundo, y no es un menosprecio, sino pensando en los recursos.
En salud se hizo un enfoque minimalista, por así decirlo, convocaron simplemente a infectólogos para esta pandemia, faltaron las ciencias sociales en las mesas de diálogos, epidemiólogos que son los que manejan las pandemias, porque los infectólogos manejan un paciente, para la situación sanitaria de una población el epidemiólogo tiene más herramientas.
Se desestimó los equipos de atención primaria que son los que trabajan en territorio, centrar todo en comprar respiradores y contratar los pocos terapistas, lo que nos puso en una mirada hospitalocéntrica cuando son los centros de salud los que conocen a la gente y se los olvidó, cuando estos espacios podrían distinguir el brote en su comunidad, algunos pocos lugares han dado ejemplo de que este sería el camino, pero ha sido un gran mar de oídos sordos.
Faltó la mirada de sociólogos, psicólogos, médicos generalistas, filósofos, antropólogos, para abarcar la pandemia. Desde el vamos viene mal barajado.
Me preocupa el bombardeo de información es tanto que no se puede discernir, no todos tienen los elementos para saber qué es verdad y qué es mentira, el miedo de hecho diezma todo. Nuestra vida, nuestro sistema inmunológico, nuestro aspecto emocional, entonces me entristece ver que va a ser muy difícil salir indemnes de esta situación. Ojalá se salga mejor pero hoy me cuesta creerlo.

Ilustración de GoodStudio, Shutterstock.