UNA TREGUA
Por Raquel Weinstock (*)
Una tregua, solo una. Para decir lo acallado. Para inaugurar las caricias insaciables de mi canto íntimo. Para indignarme frente al desamor, o volver a deslumbrarme ante el aleteo incesante del colibrí, frente a los pétalos, buscando el polen.
Para perdonarme, lo que no pude.
Para rebelarme, por las nubes que nublan y mojan, sin culpas, las lágrimas.
Una tregua para degustar el misterio del tiempo, y del destiempo. Para besar a mis retoños, sin descanso y arrullarme entre ellos como un niño, beber sus aromas hasta saciar mis sueños.
Un tiempo breve, para releer las cartas que me amaron, y las otras que dejé sin respuestas, porque no las tenía y se pintaron de amarillo como el otoño, tristes de olvidos. De olvidos repetidos.
Una tregua, para degustar un buen amor, o quizás el gran amor que ya no esperaba, y resistía. Para desafiar al sol, y aquietarme buscando la luna llena e intensa. Para enredarme en la música, y leer los libros por venir. Un tiempo más para dejarle mi herencia de amor a mis amigos. Para adherir en mi memoria tantos recuerdos tan vívidos.
Aunque crea que la lumbre se prolongará, más allá de las tinieblas, y regresará el verbo a decir, reclamar y gemir entre otros brazos suaves, sabios. Y volverá el amanecer, como todos los días después de la noche.
Mientras, atrevidamente, enciendo un cigarrillo, y puedo verlo del otro lado del espejo, buscando lirios en mi cuerpo.
Tiene una soledad abismal entre sus manos, llenas de caricias el buscador de sueños y su belleza magistral, se parece al imponente mar Mediterráneo. Donde un día, junto a Charlie nos creímos eternos e infinitos como el mar, y navegamos como piratas en barcos, sin timón, ni capitán, sólo llevados por la brújula de los sueños, buscando las palabras nunca antes pronunciadas. Previo abandono del ancla.
(*) Publicada en La Opinión y La Voz del Sud el sábado 8 de diciembre de 2012. Hoy este texto es parte de un homenaje a su obra por el aniversario de su fallecimiento- La serie seleccionada se llama: Siete Veces Raquel.