POETWITCH: ¿qué se está jugando?
Consideraciones en torno a un torneo mundial de poesía oral a través de una plataforma de streaming
Por Eliana Cabrera
En medio de la vorágine de las redes sociales, Twitch se posiciona como la plataforma virtual más popular sobre todo dentro de la comunidad “gamer”, es decir, para quienes gustan de ver o transmitir en vivo contenido relacionado a los videojuegos, desde partidas individuales de algún usuario hasta eventos vinculados al tema. Poco a poco, la comunidad se amplía y ahora también pueden encontrarse otra variedad de canales en los que se tratan temas de “interés general” o bien simplemente se llevan a cabo conversaciones, debates y eventos de todo tipo.
Poetwitch fue un torneo mundial de poesía oral, similar a los slam que suelen realizarse presencialmente, organizado por la liga italiana como antesala para la World Poetry Slam que se desarrollará el año que viene. Fue transmitido a través de la plataforma mencionada a partir del sábado 13 de marzo y finalizó el domingo pasado, habiendo participado más de 30 poetas y ex campeones de slams de distintas partes del mundo, entre ellos Checha Kadener y Oliver Kozlov representando a Argentina. En esta nota, ambos cuentan cómo fue su experiencia y dan lugar a reflexiones en torno a lo que implica la innovación y la virtualidad en este tipo de eventos (y por qué no, cualquier otra propuesta cultural), aspectos favorables y cuestiones a tener en cuenta.
-¿Cómo los convocaron a Poetwitch y cómo fue la dinámica?
Checha Kadener cuenta: “Soy la actual campeona del primer Slam que se hizo a nivel federal, organizado por un montón de slams del país. Hasta el momento habían sido organizados por una persona que convocaba a slammers de distintas provincias; esta vez, se hizo por la organización horizontal de todos los que quisieron participar.
A través de ahí es que me convocan a Poetwitch. La competencia se llevó a cabo en ocho días, compitiendo cuatro participantes por día, y a mí me tocó el sábado. Había que mandar tres videopoemas en formato slam: fondo lo más neutro posible, sin objetos, sin vestuario, sin apoyo de iluminación o música. Se hacían tres rounds por poeta, nos enfrentamos todos con todos, y de ahí iba saliendo el puntaje del ganador del día”.
La participante también aludió a la falta de mujeres compitiendo en el torneo, “de los 32 participantes solo 8 éramos mujeres, y si bien podría haber quedado una mujer en cada día de competición, no fue así.
Hubo cuatro días donde participó solo una mujer y el viernes participaron tres juntas, anulando la posibilidad de que dos pasaran a la final. Igualmente, ninguna de las tres pasó porque ganó el varón ese día, pero eso me entristece un poco y hace que hoy sea la única mujer en la final”.
La observación es real y se suma a otro aspecto que también llamó la atención en las semifinales “quienes fueron ganando son cinco europeos y tres de América, de los cuales dos somos representantes argentinos, quedando descartados los países de África y Asia”. ¿Casualidad o un reflejo más de desigualdad social?
Oliver Kozlov, por su parte, arrancó a competir en Rosario en 2015, año en el que ganó un tercer puesto y luego salió campeón. En el último tiempo no se hallaba compitiendo pero lo convocaron a Poetwitch como representante argentino del interior (es rosarino-correntino): “me invitaron a que participe y yo obviamente estaba chocho, porque hacía poco estaba lanzando mi carrera solista, había sacado mis discos de poesía y todo eso, entonces me pareció una buena oportunidad para volver a competir”. Sus compilados Intenso y Peronismo y Flinpaff se encuentran en Spotify y han tenido muy buena recepción.
-¿Cómo eligieron los poemas que presentaron en la competencia?
A la hora de elegir con qué textos defenderse, Oliver Kozlov tuvo como criterio de selección la diversidad: “(…) junto con mi equipo, con Melisa Etcheverria que es mi representante, prensa y demás, terminamos decantándonos por esos (poemas) más que nada para tener una cierta diversidad dentro de lo que se lee porque, sobre todo dentro de la poesía oral, hay temáticas o formas de leer que se vuelven muy comunes. Mientras que ‘Alas’ es una suerte de declaración de amor y de libertad de la otra persona, los otros son más personales, sobre todo ‘Dueño de la nada’ que tiene un componente desde el punto de vista social más intenso, y ‘Milagros’ es mucho más personal, de lectura interna de uno mismo y de cómo uno elige vivir una vida, una filosofía. Si bien tengo textos más relacionados a la risa, nos decantamos por no arriesgarnos tanto en esta ocasión”.
Una particularidad del torneo fue que, además de que cada poeta leía/interpretaba su poema en su idioma original, cada quien debía presentar el texto traducido al inglés, (¿idioma universal?), para luego ser transmitido en pantalla a modo de subtítulos. Oliver comenta “me junté con Franco Romanini, que es traductor, para que me ayude a traducir los textos porque hay muchos argentinismos que son muy difíciles de traducir al español, se hizo un laburo tremendo en ese sentido para que sea entendible para personas de cualquier lugar”.
Checha Kadener, por otro lado, eligió sus poemas con otro criterio: “Los seleccioné porque creo que al haber tan pocas mujeres participando era necesario hacer llegar esa voz de alguna manera”. Los textos elegidos, “Gorda”, “Nos dijeron” y “Trata” hacen alusión a situaciones de abuso, discriminación y violencia que viven las mujeres. “El poema con el que voy a la final es de la misma temática, es tal vez un poco más ‘violento’, le digo yo, porque tiene que ver un poco con el enojo de lo que pasó esta semana”. Y así fue, en la final se presentó con un poema que no solo reclamó por la falta de más poetas femeninas sino que también reivindica la fuerza de las mujeres libres, unidas y contra el patriarcado ‘disfrazado de sol’”.
Balances y apreciaciones finales
Si bien ambos representaron a Argentina en la final, Oliver Kozlov fue el ganador de este torneo que, además de ser amistoso, dependía del voto de la gente que viera el canal de Twitch en vivo.
Los horarios fueron otro tema que debería haberse ajustado a las circunstancias, según Checha Kadener, “el tema de los horarios estuvo mal barajado porque obviamente estuvo pensado desde una perspectiva eurocentrista, entonces las competencias fueron siempre a las 11 de la mañana, que acá es un horario complicado, sobre todos los días de semana.
A ellos les quedaba en plena tarde, mientras que a los asiáticos muy tarde a la noche…Los horarios estaban pensados no como una competencia internacional sino como una competencia europea a la que invitaron a los ‘sudakas’ y a los ‘ponjas’”.
Sin embargo, también cuenta que pese al horario laboral del torneo “los días en los que competimos los argentinos fueron los días de mayor público, porque si hay algo en los que los argentinos somos campeones es en hinchada”.
Ambos coinciden en que el formato fue interesante e ingenioso, el diseño simulaba una máquina de videojuegos tipo arcade y rememorando al clásico Street fighter, aunque podría haberse realizado con mejor calidad, principalmente en cuanto a la tipografía y visualización de los subtítulos. Fue una excelente oportunidad para conocer el trabajo de poetas de todo el mundo, y como sugirió Oliver “ver qué le interpela a otra gente en otros países, porque no somos el centro del mundo y de repente lo que nos interpela a nosotres no le pasa a otra persona, entonces está muy bueno poder ir viendo estos matices culturales”.
Poder apoyar a esta clase de eventos innovadores poéticos es necesario y realmente no muy difícil, sobre todo si se cuenta con recursos hoy considerados básicos como internet “es algo que muy poca gente conoce y que termina gustando. (…) Es súper divertido y entretenido de hacer, aporta muchísimo y genera una cultura de la escucha que tenemos un poco perdida y está bueno tenerla”, observa el ganador del torneo.
Celebramos la innovación y el cruce de la literatura y las redes, pero no hay que dejar de lado criterios de organización que apuesten por un acceso real y en igualdad de condiciones para todos y todas, para que la búsqueda de la novedad no termine pasando por alto otros aspectos humanos y sociales.