“Soy un espíritu rebelde”
Una entrevista a la actriz, escritora y directora Laura Cuffini. Cuenta sobre sus búsquedas y la defensa de los espacios culturales para las mujeres
Por Majo Corvalán
Laura Cuffini es directora de Casa de San Luis en Buenos Aires, actriz, gestora cultural, directora, productora de teatro y escritora.
Si bien se siente puntana vivió solo hasta los 2 años en San Luis: “nos mudamos infinidad de veces porque mi papá trabajaba en obras viales, por eso fui a muchas escuelas y hasta di quinto libre. Hice prácticamente un año en cada escuela, estuvimos en Zárate, Paraná, en dos ciudades de Colombia y en Santiago del Estero, hasta que a los 15 me radiqué en Buenos Aires”, describe Laura.
Laura egresó del Nacional Vicente López y estudió teatro desde los 13 en Tucumán, aunque escribía poesía desde los 8, obteniendo varios reconocimientos en concursos literarios.
-¿Quién te acompañaba?
Ambos con diferentes miradas, mi madre siempre pensando en darme herramientas para ser libre y mi padre más por el sentido lúdico, porque tenía un espíritu más artístico ya que mi abuela paterna fue modista en varias producciones de Hollywood, era española y ahí se filmaron varias producciones de las que participó. Debo decir que quien es mi gran aliada en mi crecimiento intelectual es mi madre y en definitiva era la que me inscribía en las escuelas de teatro. Ella sabía que mi espíritu creativo viene desde muy pequeña.
-¿Cómo seguías conectada con San Luis?
Mi abuela materna estaba en San Luis (“la Teté”), y era una fiesta ir a su casa. Cada año íbamos y era la conexión con mi mamá y con la familia materna con quien crecí con más apego. Tuve tíos y primos, una buena relación con todos. Siempre me sentí muy orgullosa de ser de San Luis, en Buenos Aires me sentía provinciana aunque cuando estaba en San Luis me hacían sentir porteña, por esta cuestión de sentirme desplazada elegía siempre saberme puntana y pertenecer.
–¿Cómo fue tu recorrido por el arte?
Empecé en el conservatorio de arte dramático la carrera de actuación y además siempre escribí cuentos con protagonistas femeninas. En el conservatorio me empecé a relacionar en el mundo del teatro y me fui al circuito off de Calle Corrientes, donde trabajé varios años en el Parakultural y en el Mediomundo varieté (íconos de la movida cultural), que era el circuito que explotó en la vuelta de la democracia.
-¿Qué es el circuito off?
Off Corrientes o lo que se conoce como el “under”. Al regreso de la democracia surge el teatro por fuera del tradicional, buscando alternativas de puesta en escena en sótanos y ese fue mi lugar de pertenencia. Era irreverente, moderno con espacios escénicos variados porque trabajamos en pisos, plazas y teatro callejero. Ahí fui conociendo a gente maravillosa como Alejandro Urdapilleta, Humberto Tortonese, Batato Barea y a las Gambas al ajillo”, todo ese mundo de artistas donde se creaban a partir de su libertad absoluta. En ese momento se popularizó el café concert, el travestismo y resistirse a lo establecido, eso me gustó porque siempre fui de espíritu rebelde.
-¿Cómo te organizás con esta rebeldía para avanzar en este sistema?
Lo aprendí con el tiempo, al producir mis propios espectáculos me dí cuenta de que se requiere de cierto orden para que las finanzas te acompañen, por lo que fui aceptando las reglas del juego para seguir creciendo. Soy actriz, directora de teatro, escritora, pero también productora de mis proyectos. En un mundo donde no estaba naturalizado la participación de las mujeres tenía que ofrecer solvencia, eso me hizo generar estructuras y tomar las hechas. Tengo un espíritu más anárquico por eso sistematizar me cuesta mucho aunque es algo que decido hacer en ciertos momentos y cuando puedo no hacerlo no lo hago, como cuando escribo. Me gusta la asociación libre y el surrealismo.
-¿Cómo te fue con la novela “Rosalinda va a la montaña”?
Tardé muchos años en publicar porque siempre creí que lo lograban unos pocos. Este es un cuento con erotismo que abordé sin ponerme desafíos de grandes mensajes, que se fue componiendo sola. Rosalinda salió en mi ayuda y se puso a hablar, el personaje me susurraba donde quería ir y qué hacer como seguro le sucede a otras escritoras. La pandemia me agarró con el libro hecho sin la experiencia de cómo venderlo y estoy aprendiendo cómo insertarlo en el mundo de la literatura. Tengo muchas obras de teatro escritas hechas por otros directores, así que un libro de teatro también es una materia pendiente.
-¿Cuándo descubriste el feminismo en relación al arte?
Se lo debo a mi madre, porque de pequeñas mi madre nos daba a mi y a mi hermana educación sexual y nos entendíamos como seres sexuales, nunca tuvimos tabúes con ningún tema a la hora de hablar y eso me permitió crecer libre. En el teatro lo que me pasó es que veía poco protagonistas mujeres y en general eran víctimas, sufrientes o en pos de dolor por un hombre perdido, así que me atreví a hacer mujeres empoderadas. Imaginate que desde 1990 hice karate y competí, ahí tuve que bancarme que no había espacios para las mujeres y había que abrirlos, en un mundo donde parecía que no había derechos para las mujeres mi idea siempre fue conquistarlos.
-¿Estás trabajando en alguna obra ahora?
Estamos trabajando en la obra “Las putas de San Julián”, donde personifico a Paulina Rovira, es la primera vez que me toca hacer un personaje de una persona real. Estas cinco mujeres fueron invisibilizadas en la historia y solo hay un escrito que publicó Osvaldo Bayer sobre ellas. Mi personaje navega entre la obligación de ser la madama de un prostíbulo que ve una posibilidad de ascenso social al recibir mucha plata, y por otro lado el apego por sus chicas que toman la decisión de no atender a los soldados asesinos de peones en las huelgas patagónicas. Creo que fue un muy difícil momento, comprendiendo el riesgo que vivían. Todas desaparecieron, de la única que se sabe algo es de la inglesa que regresó a hacerse cargo del prostíbulo. Esta obra se estrena en el mes de agosto en calle Corrientes, en el teatro Multiescena.
-¿Qué es para vos la Casa de San Luis?
En 2002 me convocaron para participar en San Luis Cine para diseñar cursos de formación para los estudiantes y de estos cursos luego salen Norma Argentina y César Albarracín, entre otros. Luego pasé al área de Cultura y me enamoré de continuar trabajando en gestión cultural, y poner a disposición de artistas la vidriera de Casa de San Luis. Desde diciembre de 2019 estoy en la dirección, lo que representa una nueva etapa, aprendizaje y experiencia.
-¿Cuál es la impronta de tu gestión?
Estoy muy orgullosa de nuestra provincia, de los logros y de cómo los sueños se hacen realidad, en ese punto me parece que desde la gestión podemos visibilizar todo eso bueno reflejando este poder de producción que tiene nuestra provincia en Buenos Aires. Creo que los equipos de la casa tienen mucho para dar por eso creo en la formación y en la creatividad. Doy la oportunidad para que los y las trabajadoras creen su proyecto, se sientan a gusto y me gusta que hayan intereses en común.
-Desde hace unos años Argentina fue foco de grandes transformaciones impulsadas por los movimientos feministas: ¿cómo trabajás la perspectiva de género?
Desde la formación, porque es indispensable sensibilizar y visibilizar que lo que nos pasa tiene que ver con la desigualdad y la violencia hacia las mujeres, con no aceptar o naturalizar lo que sucede y poder debatir e intercambiar.
Creo que además de sensibilizar hay que trabajar en erradicarla pero la información es una gran herramienta. El 8 de marzo del año pasado hicimos una actividad de reflexión y este año una acción virtual con frases de mujeres puntanas destacadas. También organizamos un conversatorio con expertas de San Luis y de otras provincias que fue interesantísimo para conocer los logros y desafíos pendientes en relación a los derechos de las mujeres.
Ahora estamos preparando otro para el 28 de mayo que es el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, y en unas semanas tendremos una charla de sensibilización que articulamos con la Secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad de San Luis. Cabe destacar que si bien estamos trabajando con la modalidad semipresencial y con burbujas, las personas que deben hacer trámites de salud o legales pueden sacar turno y acercarse, mientras también seguimos con los ciclos de entrevistas cada jueves a las 13 hs por nuestro Instagram y con la galería de arte virtual.