ELLA Y EL MAR
Por María Verónica Fourcade (*)
A ella, una vez el mar le atrapó sus pies los envolvió ola tras ola. Procuró escapar sus piernas le temblaban estaba por perder el equilibrio. Luego pensó: mejor me quedo así. Si el mar me pide jugar Jugaré. No vino a encadenarme, llegó para lavarlos curarlos, sanarlos. Mis sufrimientos pasados dejaron huellas en mis pies ellos necesitaban atravesar esta sorpresa.
(*) La cultura en sus diversas expresiones, es de mi interés. Cerca del jubileo, busqué nuevos espacios de integración y recreación. Algo enriquecedor y para mantener activa la mente. La escritura es una señal. Asisto al Taller Literario “Silenciosos Incurables”, desde junio de 2020. De ahí en más, mi inquietud por la escritura se acrecentó. Lo ejercitado hasta ahora, ha sido profuso. Las consignas de cada clase son disparadores de textos impensados. Este año seguro, subiré más escalones de aprendizaje. ¡Voy por más! ¡Gracias Viviana Bonfiglioli, gracias silenciosos!.
Vero, que las olas sigan llevándote al infinito. Felicitaciones, muy lindo poema!