Es mi hogar una puerta enorme para entrar a la ciudad más bella, mi lindo Villa Mercedes. Sos cuna de la guitarra, la ciudad del respeto, del progreso y el bienestar de su gente, la que se distingue del resto entre paisanos que hablan orgullosos de los pagos de la Calle Angosta o del Molino Fénix, de la Vieja estación de trenes que albergaba numerosas cantidades de personas que movilizaban la economía interna en aquellos tiempos.

El orgullo puntano- Por Sebastián Reynoso