Por Alejandra Villegas (*)

Escudos de plomo transparente cercaban su alma.
Lo pude ver a través de sus ojos almendrados con destellos estelares.
Cerró la enorme puerta, tan pesada como la roca en mi estómago.
Mis pies no se querían mover, los cordones de las zapatillas, como topos cavaban la tierra.
De un fuerte tirón logré desenterrarlos, el polvo llegó a mis ojos.
Lágrimas violetas brotaron a borbotones, mi rostro comenzó a humedecerse.
Gelatina morada clonaba mi cuerpo.
Ecdisis transformadora.
Hice bien en subir al tren volando.

(*) Nací y crecí en San Luis, tengo treinta y dos años. Soy bióloga recibida de la UNSL, actualmente becaria de CONICET. Los libros y la naturaleza son una combinación que me acompañan desde pequeña, en el taller de los Silenciosos Incurables se fusionaron.  

Ecdisis: despojarse de la estructura externa que cubre un organismo, ya sea piel, cutícula o exoesqueleto.