BITÁCORA DE PANDEMIA
Hojear sin juzgar el cuaderno de bitácora de viaje en esta pandemia en el que diferentes y distantes personas escriben reflexiones y sentires de esta historia
La Opinión/ La Voz del Sud
Nos asomamos al cuaderno de viaje en pandemia del enfermero de Villa Mercedes Édgar Soto:
Quién iba a pensar que con un simple beso, o con un apretón de manos, o con tan solo hablar cercano al otro, como estamos tan acostumbrados, porque es nuestro instinto como humanos, sentirnos cerca, el abrazo infaltable para expresar nuestro cariño o nuestro estado de ánimo, quién iba a pensar que eso nos podía contagiar de Covid-19 y peor aun, hasta podríamos morir de eso.
Mi experiencia de cómo lo viví y lo vivo en mi profesión, siendo enfermero y trabajando en el servicio de urgencias fue cambiando. Debo reconocer que al principio no nos pareció tan grave, o por lo menos esa fue mi sensación, parecía ser un virus más, pero con el tiempo y viendo que los pacientes ingresaban con mucha dificultad respiratoria y sus estudios no eran los esperados, ya que al realizarles rayos x y ante su dificultades para respirar, estos tenían que ser internados y aislados en UCIE, fue allí un antes y un después, porque cuando había que usar toda las medidas de seguridad que el protocolo nos indica, eso intimidaba y asustaba un poco .
Pero uno estudió y se formó para asistir a los pacientes, no importa qué enfermedad tengan ellos, uno debe ser consciente que lo preparan para eso.
Si hoy me preguntan que pienso, yo solo digo que hay que tener más EMPATÍA entre nosotros, más respeto por los demás.
Nos asomamos al cuaderno de viaje en pandemia de Claudia Hernández de Soria, ella escribe desde Rosario, Santa Fe: en la ciudad, la llegada de la pandemia fue brusca pero siempre era más fuerte el impulso por trabajar, por buscarse el mango del día. Al principio como que no tomábamos dimensión de lo que se venía porque ya vivíamos una crisis económica anterior. En nuestro caso, teníamos una rotisería de barrio que hoy ya no tenemos, trabajamos vendiendo comida desde nuestra casa porque ya no pudimos pagar más el alquiler de un local. De la pandemia me quedo con la certeza que nuestros sistemas de salud han dado hasta lo que literalmente no tenían.
Muchos se fueron fortaleciendo pero en el pico de contagios de mayo de este año la pasamos mal, tuvimos un susto muy grande con mi marido, nos contagiamos todos, nosotros y nuestros cuatro hijos. Pero cuando empezó él a saturar mal fuimos al hospital más cercano y lo atendieron, le pusieron un poco de oxígeno y lo volvieron a casa porque no había camas. Así estuvimos, yo, también enferma, lo llevaba porque nadie podía llevarlo ya que obviamente se iba a contagiar. A los dos nos faltó el oxígeno, en algún momento él perdió el conocimiento y yo pensé lo peor. Lo vivido fue un infierno y la respuesta era la misma, aun no hay camas disponibles. En esos días algunas personas habían muerto esperando cama, lo sé porque nos enterábamos. Creo que en varias provincias pasó lo mismo pero así y todo, Argentina nunca llegó al colapso general como otros países. Hoy estamos vacunados y se agradece porque esto todavía no pasó.
Saber que la muerte estuvo cerca te sacude, no somos los mismos. Valoramos más las cosas simples, los abrazos y las conversaciones.
A muchos la pandemia nos cambió las prioridades. Hoy se ve el coletazo, hay más gente con problemas económicos, reconstruirnos será complicado. Hay gente que perdió familiares sin poder despedirlos y eso los partió en dos. La política también debe cambiar tras la pandemia, hay que cuidar y fortalecer el sistema de salud como si fuesen a venir otras pandemias, hay que capacitar más gente, y a los que estuvieron hay que mimarlos, darles mejoras y beneficios porque de verdad lo dieron todo y están aun sin descanso.
Como emprendedora siempre he elegido tener esperanza y al menos eso deseo trasmitir a mis hijos pero esta situación no sacó lo mejor de nosotros, la balanza se inclina por el momento a sacar lo peor de la humanidad, sino cómo se explica que a muchos de los más vulnerables del mundo aun no les llegó ninguna vacuna.