Mi nombre de pila es Jonathan, pero mi nombre artístico es William, soy de apellido Marra. Tengo 28 años. Nací en la ciudad Villa Mercedes, vivo en el barrio Santa Rita de Casia, conocido también como las 900 o 960 viviendas. Mi padre se llama Roberto Marra, nacido en José C. Paz, y mi madre se llama Marisa Gómez, ella es oriunda de Río Cuarto. Tengo siete hermanos: Romina, Federico, sigo yo, después Enzo, a él le siguen 2 hermanos mellizos, Pablo y Darío, lamentablemente Darío falleció, y luego vienen Catrina y Nahuel. Mis hermanos por parte de padre son Karina, Sandra, Federico, Roberto, Alejandra. Tengo una hija que se llama Lisa Romanella.

Los recuerdos de mi niñez son básicamente los del barrio, con mis amigos jugábamos al fútbol todo el día.

Mis estudios primarios y secundarios los realice en la escuela Nº43 Tomás Jofré, de donde tengo gratos recuerdos. Solía participar en casi todos los actos, ya sea cantando o realizando alguna coreografía de baile.

La pasión por la música la sentí desde siempre, lamentablemente en el presente esto no es mi oficio, ya que no vivo de ello, pero obviamente que el sueño es algún día poder vivir de mi música, de mi arte, poder dedicarme al cien por ciento a eso. Desde muy chico tenía esa capacidad para escribir rimas, de lograr que las oraciones rimaran, y luego poniéndole ritmo a todo eso pude notar que a muchos le llamaba la atención, algunos lo veían como algo difícil de realizar y a mí me resultaba fácil, entonces decidí escribir mis propias canciones, las cuales al principio no me animaba a interpretar en público. La primera presentación que hice en vivo sentí una pasión, un amor, una adrenalina, me sentí tan vivo que me convencí de que a esto me quería dedicar.

Nosotros hacemos música de hip hop, fue muy loco, porque estamos hablando de que empezamos hace más de 10 años atrás, cuando esto era algo totalmente fuera de lo común en nuestra región. El hip hop se hace en una computadora con un programa en el que hacés la música y después le sumás las rimas, o al revés. Como se nos complicaba para poder grabar, decidimos ahorrar y comprar nuestros equipos para ponernos nosotrosen el rol de productores también, lo que hoy finalmente somos, una productora independiente que se llama “Real 3D Producciones Independientes”. Este año mi compañero me dijo: yo voy a ser tu productor, vos vas a ser la cara del proyecto que se llama “WILLIAM”, en carrera solista, pero acompañado por DJ Iván quien me tira las pista y me hace segundo coro, Marcos Ponce en primer coro, y Enzo que hace toda la producción, que es masterización y mezcla, y yo me encargo de escribir las canciones e interpretarlas.

Un momento bisagra en mi vida fue cuando falleció mi hermano, Darío Marra, en el año 2012, él tenía 11 años de vida, eso me cambió, hoy lo vemos a Pablo, su mellizo, que tiene 21 años. Mi pensamiento confirmó que, si existe un Dios, él es indiferente a todo lo que pasa. Hay tantas injusticias en la vida que no se comprende, prefiero creer que no hay.

Diría que soy un luchador, he pasado por muchos momentos de la vida, pero nunca me victimizo, siempre trato de salir adelante a pelearle a la vida. Nunca bajar los brazos por nada.

Ver a mi hija, escuchar su risa, su voz, su abrazo, eso me emociona, me completa la vida. Me apasiona la música, subir a un escenario, la reacción del público. Cuando veo desigualdades me da impotencia, más allá de que a eso después lo pueda volcar en una canción, igual me molestan las injusticias, la falta de empatía.

Me gusta escuchar todo tipo de música, además de la música que interpreto. Un libro que me gustó mucho por su historia de vida es el de Fifty Cent – 50 centavos, tiene un libro que se llama “La ley fifty, la ley 50”. Ese libro me inspira, me hace abrir los ojos con respecto a la música.

Mi padre me enseñó que en primero, segundo y tercer lugar siempre están los hijos, la responsabilidad de un padre no se negocia, y después me enseñó a amar a mi madre como a nadie, eso me marcó, y hago honor a esa enseñanza.

La amistad es muy importante en mi vida. Tres personas más que amigos sonprácticamente mis hermanos: Enzo, Iván y Marcos.Con ellos compartimos la misma pasión, y somos leales el uno hacia el otro. También tengo los amigos de la vida, son pocos, contados con los dedos de la mano.

Amo Villa Mercedes, amo a mi provincia, es mi tierra, el sentido de pertenencia está. Gracias a que trabajo en hotelería hace más de 10 años, puedo observar y escuchar al turismo que llega a la ciudad y que siempre está piropeando nuestra provincia, admirando nuestras bellezas naturales, y eso me llena de orgullo y satisfacción, y me molesta que muchos que viven acá no valoren lo que tenemos.