Spunter tanteó la mesa en busca del velador y encendió la luz. A su lado no había nadie. Y aunque era evidente que en la cama estaba solo, corrió la sábana superior como si con ese gesto pudiera descubrir a su compañera. “María”, y usó el nombre como plataforma de las siguientes ideas: “¿Por qué se presentó así? Tarde o temprano este encuentro debía suceder… pero no de esta forma…
La Quinta, una novela icónica de Jorge Sallenave, será entregada por partes para su colección
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