EN DEFENSA DE LOS HUMEDALES
Las organizaciones ambientalistas manifiestan una fuerte preocupación por no contar de manera urgente con una ley. Entre intereses y dilaciones, desde 2013 caen distintos proyectos
Por Eliana Cabrera
El 2 de febrero se conmemoró el Día Mundial de los Humedales luego de que en 1971 se firmara el primer convenio de Ramsar (Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional) en Irán.
Su misión es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo».
¿Qué importancia tienen los humedales y en qué situación se encuentran actualmente?
Los humedales son superficies terrestres que se encuentran húmedas o inundadas de forma permanente o con frecuencia, como lagos, ríos, estanques, marismas, pantanos, turberas, bosques de manglares, salinas, deltas, entre otros. Se encuentran regulados por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan. En cuanto a su papel en el ecosistema, principalmente los humedales son fuente y sustento de la biodiversidad, proveen agua segura, filtran y retienen nutrientes y contaminantes, amortiguan excedentes hídricos y mitigan el cambio climático, entre muchos otros beneficios ambientales.
Los Sitios Ramsar son humedales de importancia internacional en el marco de la Convención de Humedales. En Argentina, se han designado 23 Sitios Ramsar, que abarcan una superficie total de 5.687.651 hectáreas de ambientes diversos, entre los que se encuentran las Lagunas y Esteros del Iberá, Delta del Paraná o, particularmente en San Luis, Lagunas del Guanacache, Desaguadero y Bebedero.
Con respecto a San Luis, en el en el marco del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, en 2021, la secretaria de Ambiente y Parques, Natalia Spinuzza, había expresado: “se logró la incorporación de 450.000 hectáreas de humedales al sitio RAMSAR Lagunas de Guanacache, Desaguadero y del Bebedero. Una acción clave en la recuperación y rehabilitación ecológica de los humedales que apunta a restablecer los servicios ecosistémicos que estos proporcionan, tanto a la población originaria, como a la flora y fauna que habitan el territorio”.
¿Cómo se conservan? ¿Qué pasó luego de que en 2020 se disparan los focos de incendio y el río Paraná tuviera una bajante histórica?
Julieta Bernabé, miembro de Multisectorial Humedales Rosario, “Autoconvocades por la preservación y restauración de los humedales del Delta del Paraná y de todo el país”, relató acerca del estado crítico tanto de los humedales como de un proyecto de ley que lleva años siendo presentado pero que encuentra poco apoyo político y no logra aun constituirse como ley.
Desde 2013, es la tercera vez que el proyecto pierde estado parlamentario, es decir, que la propuesta caduca, “se cajonea” y hay que empezar de cero. Entre las medidas que se buscaban implementar se encuentra la creación de un Fondo Nacional de Humedales. regulaciones en torno a la gestión y uso racional de los mismos, y la creación de un Inventario Nacional, necesario para dimensionar realmente los espacios que se deben proteger.
¿Cuál es la situación actual de los humedales?
—El delta del Paraná se hizo literalmente humo en menos de dos años. Más de un millón de hectáreas quemadas, lo que representa aproximadamente el 40 por ciento de su superficie total. La fauna está en una situación crítica. Anfibios y reptiles fueron presa fácil de las llamas, y los mamíferos, aún quienes pudieron escapar del fuego, se encontraron cercados por una tierra carbonizada que no les ofrecía ni refugio ni alimento.
El CONICET informó sobre una pérdida significativa de biodiversidad, incluso dentro de la población de insectos. Es desesperante. Jamás se le prestó ningún tipo de asistencia a la fauna afectada, y es más, los pocos animales que lograban sobrevivir eran presa fácil de cazadores ilegales que nadie controla.
La pesca industrial, promovida por los frigoríficos de pescado, arrasan la fauna ictícola, sin que importe ni la bajante ni la merma en la cantidad de ejemplares. La flora autóctona por su parte, si bien más resiliente, sufre a la par continuas modificaciones. Se calcula que el suelo tardaría más de una década en recuperarse.
Recordemos que los humedales están ligados a derechos humanos básicos como el acceso al agua, al aire limpio, al alimento e incluso a la identidad, y cumplen un rol fundamental en la mitigación del cambio climático.
En materia de salud humana, por otro lado, los niveles de contaminación del aire monitoreados en localidades litoraleñas situadas al sur de la provincia de Santa Fe, se situaron por meses en parámetros peligrosos y nocivos. Se detectaron decenas de alteraciones a la salud, agravamiento y desarrollo de nuevas patologías e incluso hay reportes de personas asmáticas fallecidas.
Los humedales del Delta de Paraná están siendo copados por actividades agroganaderas a una escala nunca antes vista. Según informes, en los últimos 20 años, la cantidad de vacunos pasó de un número cercano a 150 mil a aproximadamente un millón de animales. Y se empieza a ver siembra y fumigaciones. Hay además actividad minera y forestal.
Las areneras ligadas a Vaca Muerta crecen en número y provocan la contaminación de las aguas y la degradación de los ecosistemas circundantes. Se abre paso también una urbanización irregular, bestial y denunciada. Las manos de los inescrupulosos están ahogando nuestros humedales sin reparo ni de los ambientes ni de la salud de quienes los habitamos.
¿Cómo se gestó el último proyecto de ley de humedales? ¿Qué avances y obstáculos tuvo?
— El proyecto de Ley de Humedales que acaba de perder estado parlamentario resultó de la unificación de más de una decena de proyectos ingresados. En noviembre 2020 la Comisión de Ambiente aprueba este proyecto unificado y es enviado a la Comisión de Agricultura y Ganadería, donde nunca tuvo tratamiento alguno. Debía luego recorrer dos comisiones más: Presupuesto y Hacienda e Intereses Marítimos, Portuarios, Pesqueros y Fluviales. Una vez que tuviese el visto bueno de estas tres comisiones, bajaría al recinto a ser votado.
En agosto 2021, Multisectorial Humedales Rosario realiza una travesía de 7 días a través del río Paraná en embarcaciones de remo con el objetivo de exigir el urgente tratamiento del proyecto unificado. Recibidos en el Congreso se nos informa que la Ley de Humedales no sería sancionada por dos razones; por un lado, carecía del aval del ejecutivo nacional, y por otro, había fuertes lobbies contrarios al proyecto. Y había también, evidentemente, diputados que en franca traición a la voluntad del pueblo que debían representar, consintieron el pedido de las minorías de siempre.
En torno a esta preocupación, recientemente la mayoría de agrupaciones ambientalistas salieron en fuerte repudio al hecho de que no se incluyera en las actuales Sesiones Extraordinarias del Congreso, afirmaban que no había voluntad de darle curso. La angustia de los que bogan por la defensa de los humedales es que el no tratamiento hasta el 28 de febrero implicaría volver a empezar con las presentaciones.
“Quizás alentar la megaminería en Chubut a espaldas de toda una provincia, o habilitar la explotación petrolera en el Mar Argentino, quizás eso defina mejor el modelo productivo contaminante y extractivista que lleva adelante este país desde hace décadas”, describe Bernabé.
¿Cómo sigue la lucha? ¿Cuáles creés que serán las próximas acciones?
— La lucha sigue en las calles impulsada por el pueblo, por las comunidades y los seres humanos que entienden cabalmente que si hoy respiramos humo y mañana el agua deja de ser apta para el consumo humano, y en una semana se acaban los peces y en otra abrazamos nuevas pandemias, y por efecto de un entorno nocivo nuestros hijos nacen prematuros y débiles, y la temperatura supera fácil los 45 grados, bueno, básicamente, fin de la historia.
Tarde o temprano, todos acabaremos exigiendo un lugar apto para la vida. Querramos o no, es la lucha de nuestra generación. Ineludible y dramática como pocas. Ignorada e incomprendida. La clave para el éxito será exigirlo todo a tiempo. Y si de Ley de Humedales se trata, “tic-toc, tic-toc”, el tiempo se acaba. Posiblemente un nuevo proyecto de ley sea ingresado el año próximo. Tengamos en cuenta sin embargo que se quemó un millón de hectáreas en un año y medio. Esperar dos años más, es como darle a un moribundo una segunda puñalada.