Reportajes

Popen-27-03-2022

Mi nombre artístico y de la vida es Popen, nací el 17 de mayo de 1983 en Buenos Aires, hasta los siete años estuve en San Isidro, después me fui a Salto, provincia de Buenos Aires, volví a San Isidro un año y después me fui a España donde viví durante quince años. El canto estuvo desde siempre en mi vida, ha significado un lugar de refugio, muy natural y donde acudía todo el tiempo.

En casa siempre había música por mis padres, mi mamá escucha música desde siempre, mi papá tocaba el piano, y aunque no se dedicaba a eso nos hacía cantar, me llevaba a mí a las peñas a cantar tangos. Después apareció el folclore, que me pegó más fuerte, también cantaba en el colegio y en las misas, junto a mi hermano y después en algunos bares.

Mi carrera comenzó en España como Popen, y después de mucho tiempo anhelaba volver, vivir ciertas cosas que suceden en el país a nivel cultural y social, también volver a ver a la familia, sentí que rozaba el límite y quería vivir parte de mi juventud en Argentina. Merlo siempre fue nuestro lugar de veraneo, allí mis abuelos compraron terrenos y lo he visitado permanentemente, y cada vez que vengo tengo ganas de quedarme a vivir.

Muchas de mis canciones fueron inspiradas allí. Este verano me vine con ganas de hacer shows, de compartir mi música, que no lo pude hacer antes porque fui madre y estaba enfocada en mi hijo, recién este año vine a reconectarme y mostrar mis canciones nuevas. Armé una pequeña gira, hice un show en la Casa del Poeta y sucedió algo, he tocado muchas veces en Merlo pero es la primera vez que traía mis canciones como algo más madurado.

Toqué en la radio y a partir de ahí se abrieron puertas, hubo un recibimiento que no me esperaba, cuando toqué en el auditorio fue mucho público, muy cálidos para recibir mis canciones, y me dije: “esto es lo que yo quiero”. A veces parece que hay que estar en Buenos Aires para que pasen estas cosas y de pronto vengo y ¡guau!, se armó tremendo encuentro. A partir de allí me fui a Punilla para tocar en un festival de una comunidad de permacultura que estuvo buenísimo, también salió otra fecha en el teatro Amigos de Merlo y me invitaron al evento “Tramar” de la ciudad de La Punta.

El vivo que hago es sobre la maternidad, trae varios temas para ponerle voz, y está relacionado a este evento, me pone muy contenta que me inviten a participar. Merlo tiene algo mágico, de abrazar lo mío y mi arte, en otros lugares me siento rara, pienso que este viaje tenía que ser, aunque me surgieron muchas dudas después de tantos años, vinimos a parar a un rancho sin luz, sin gas, en el medio del monte, que es hermoso para mí.

Después de lo que pasó en la Casa del Poeta pensé que había mucho para compartir, que está abierto para hablar de muchas cosas, pero la maternidad no está tan abordada. Desde antes mi música habla sobre mis procesos personales, pero desde hace un tiempo tiene otra fuerza de decir algo que pueda ayudar a mucha gente, una misión. También soy artesana, trabajo el cuero sobre todo, desde hace diez años, comencé en mi taller en España.

Me dije: tengo que fusionar el taller con mi proyecto de música, mis objetos con mi música y estoy en ese camino, la idea es llevar un merchandising artesanal y se nota. Vendo mucho más después de un show que en una feria, porque los objetos se relacionan conmigo, la gente se lleva un recuerdo material de la experiencia de escucharme. Antes hacía carteras, pulseras, pero decidí fusionarlo más, fue dándose solo. Se fue manifestando la música en los objetos y también en el logo de la banda, (un útero con ojos). Los objetos son: abanicos para una canción específica, estatuillas que son como mujeres menstruando, saumos, colgantes, cuanto más original y personal es mejor, es darle una identidad.

Yo vivo las canciones con mucha profundidad, nacen de una necesidad de expresarse muy fuerte, la gente dice que es un viaje muy profundo, observo que se secan las lágrimas, la gente que se abre, siente que se les mueve algo en su interior, es un gracias, antes no pasaba y hoy me pasa.

Mi proceso creativo antes era planificado, cambió desde la maternidad, cuando hago una canción y está llena de emoción, siento que ya está lista. Siento que se abrió un caudal que es infinito, no me va a alcanzar la vida para grabar y tocar las canciones que hago, muchas nacen y las hago para mí, no llegan al escenario.

Durante la maternidad comencé a cantar a capela, algo que no había hecho nunca, porque no podía tocar la guitarra, ya que tenía a mi hijo en brazos, cantando de esa manera el proceso creativo pasó a ser permanente. La maternidad me trajo la necesidad de expresar lo que estoy viviendo, aunque en este disco también cuento las experiencias de otras personas, el disco se llama “Obra Madre”.

Mis afectos son mi hijo Urian de cinco años, Diego, su papá, que es mi compañero, siempre buscándole la vuelta, dos hermanos y una hermana que están apostando mucho por mi música, la fotógrafa del proyecto, Lucía Sarasqueta, quien me ayuda a volver a la confianza; las madres que tengo a mi alrededor, y amigas que han generado un grupo de contención enorme que hace todo más sencillo en la vida. Junto a Martín Santillán estamos coproduciendo Obra Madre en lo musical y creativo, además de prepararla en banda. La creatividad es lo más maravilloso, es un mundo mágico que está al alcance de todos, es un mundo que vale la pena explorar… Viva la música y ojalá que nos encontremos pronto.