Expresiones de la Aldea, San Luis

Reading Edge

Lectora a domicilio

La escritora María Neder presentará la reedición de su novela en el 1º Salón de Arte San Luis. Una historia en contrapunto y con ironía donde el lenguaje salva a Teny, una mujer sola en una ciudad plagada de despojos y ausencias

Por Matías Gómez

“Esta novela renació y la concluí en San Luis. De los doce libros publicados, mayoritariamente en poesía, ésta es la única novela. Aunque también tiene poética y es un trabajo muy especial que pude realizar gracias a las Becas BAS XXI”, contó la autora, periodista y gestora cultural que nació en Buenos Aires y publicó más de la mitad de sus obras en San Luis.

“Cuando vine a Merlo en el 94´ abandoné esta novela, pero después en la ciudad de San Luis me pidieron que me presentara a las becas a concurso en la convocatoria 2002, cuyo jurado fue Horacio Salas. Fue una época muy dinámica, muy rica y de mucha expresión cultural en la provincia”, recordó.

“Cuando leí otra vez `Reading Edge Lectora a domicilio´pude leerla como si no la hubiese escrito yo. Incluso me encontré con giros verbales, interrupciones y manejos técnicos. Noté también cierta premonición. Por ejemplo, cuando describo cómo enrejaron la plaza de la ciudad. También me encantó reencontrarme con algunos hallazgos creativos que los tenía olvidados”, indicó.

Neder presentará su libro en La Caja de Los Trebejos, el domingo 1 de mayo, a las 19:00, junto a la escritora y académica Rosa Soria Boussy. “Es la segunda edición, publicada por Alción Editora en 2006, presentada en Villa de Merlo en septiembre de ese año por Vicente Muleiro y Mario Ceretti.

La novela no ha sido corregida ni modificada en esta publicación de Editorial Leviatán. Sin embargo, lo importante a considerar (además de la reedición en sí misma), es que Leviatán suma un posfacio con críticas y comentarios de alto valor literario que hicieron Tununa Mercado, Juan José Manauta, Vicente Muleiro, Gloria Pampillo, Rocío González (México) y la relectura analítica, publicada en Caminos de Tinta en 2016, escrita por Maximiliano Ponce. También hay un prefacio para esta edición en donde relato una cronología del proceso creativo, con documentación ilustrativa”, indicó Neder quien es además ensayista e investigadora.

“En el aspecto técnico, se destaca la esmerada sintaxis minimalista. Resulta interesante también el contrapunto que establece la protagonista con Reading Edge, un dispositivo inteligente que sale a la venta por aquellos años. Se trata de una verdadera máquina de lectura, diseñada para leer con múltiples tonos de voz y a diversas velocidades.

En algún momento, la narradora dice que `no existen palabras vírgenes ́ pero, esta certeza, lejos de resignarla al uso indiscriminado de las formas ya caducas y preexistentes la lleva a perseguir un ideal, la anhelada armonía interna de la frase. Escribir significa luchar contra la inminente traición del lenguaje. Gordon Lish denomina a este recurso `lengua quemada`, esto es, decir las cosas de un modo incómodo, enrevesado, que obligue a la relectura o una lectura desacelerada”, comenta Maximiliano Ponce.

Asimismo, la autora destacó que, gracias a la difusión de su obra en la Biblioteca Pública Digital de San Luis, desde 2006, pudo llegar a Uruguay y México, entre otros países.

“Los comentarios de Rosita allá por 2006 significaron mucho, por eso considero que es la persona más indicada para hablar de esta obra, por su agudeza, por su atenta lectura que no pasó por alto los juegos narrativos de fragmentación o momentos en que intencionalmente desdibujo escenas para priorizar sensaciones y sentimientos.

Estoy encantadísima con esta oportunidad que nos ha dado la artista plástica Adriana Toledo Pedroza, junto a más de 120 artistas en el Salón de Arte. Y más aún, pudiendo presentarla primero en San Luis y luego en Buenos Aires”, indicó.

El año pasado, mediante Ediciones en Danza, Neder publicó el poemario «Famatanca» con pinceladas de paisajes y recuerdos amalgamados en Merlo y San Francisco del Monte de Oro.

Famatanca


Hemos cruzado el río de arena tantas veces
para llegar a nosotros
tantas veces
anduvimos andrajosos tambaleantes
en dudosa risa y llanto escondido
tanto
que precisamos kilos de miradas
a los ojos mirada despojada de afanes
mirarse de alma a alma para no despertar pequeños
animalitos esos que solíamos esconder
amontonados detrás de la espalda
o en la garganta atragantandos


pero ahora que el ancho río de arena
se humedece de a poco con la nieve disuelta
en claros salvadores de la hierba o
de las liebres libres
cruzamos las aguas sobre la arena
con los ojos en el centro de un anochecer
como si fuese día
vamos y venimos
con nuestra desnudez de infancia
por esta región del planeta
donde un lugar es el tiempo
de sembrar al fin con nuestras manos
cada semilla de nosotros.

María Neder.