El salto
Por Alejandra Etcheverry
Acurrucado con la cabeza retraída y los miembros tensionados antes del salto, capaz de encaramarse a lo más alto, el felino se apresta a la caída. Y con su cuerpo ágil extiende el músculo logrando desplegarse por completo, y de agazapado pasa por el reto de su extensión contenida, a lo mayúsculo. Así también el alma empuja sus pesares y el corazón humano se enfrenta a lo perverso, buscando en lo más alto al universo, pega ese vuelo y navega en otros mares. Será que en nosotros hay algo de felino en esos saltos que le damos al destino.
Muchas gracias
Felicitaciones
Hermosas palabras y profundo mirar del felino , al que imitamos para «apoderarnos» de tu versos.
¡¡HERMOSA OBRA DE UNA GRAN ARTISTA QUE ADMIRO !!¡¡FELICITACIONES ALEJANDRA!!Dios quiera podamos compartir alguna Muestra juntas con lo que más amamos hacer:¡¡PINTAR!!
Muy bonita reflexión, compañera Alejandra. Con metáfora incluida y una buena moraleja.
Me en-can-tó este poema.
Que bellisimo!! Gracias Alejandra!
Es cierto, hay que ser felino y esos saltos… manejar nuestro propio destino.
Los saltos que le damos al destino, el equilibrio en la cornisa de la vida cuando a la hora de cazar el alimento hacemos malabares, las muchas vidas que tenemos cada vez que resilientes volvemos al ruedo, y el amor que damos y recibimos acurrucados ronroneando melosos cuanto amamos esa caricia del ser amado que nos calma y nos colma…. Tenemos mucho de felinos o supimos aprender lo mucho que el Creador nos enseña a través de lo creado!