SIGO AQUÍ…
Febronio Zatarain (*)
Sigo aquí y estoy triste. Estoy triste, pero satisfecho de seguir aquí. Estoy solo y triste, y nadie puede pararlo porque al salir a la calle soy invisible.
No estoy muerto porque entonces, por compasión, sería mirado. Tampoco estoy vivo.
Estoy triste, pero satisfecho porque no he perdido; he ganado. He ganado el no estar ni en la vida ni en la muerte. Estoy triste, pero no es tristeza de lágrima; es tristeza de pared, de maleta vacía, de teléfono cortado. Y estoy satisfecho, pero no de instinto, estoy satisfecho porque estoy satisfecho donde no se puede estar satisfecho.
Veo el perfil de los árboles que dialogan, trato de intervenir y, aunque no me ignoran, no paran. Volteo hacia arriba y veo solo espaldas: las nubes sonríen, pero hacia el otro lado.
Hoy veo las caras del antitranspirante caído y de la hoja arrugada, hoy me escuchan atentos el recibo del súper y la pluma sin tinta. Hoy estoy triste y satisfecho como ese sobre roto de un costado. Hoy el asiento no está en el patio. Mejor será que me meta en ese resquicio entre la pared y el refrigerador con la esperanza de que el motor me arrulle.
(*) Este texto del autor nacido en México, que actualmente vive en Chicago, Estados Unidos, obtuvo el primer premio, y conforma parte del libro: Antología Prosa Poética Homenaje a Raquel Weinstock.
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