Carlos Damián Casteglione,24-07-2022
Soy Carlos Damián Casteglione, nací el 9 de mayo de 1980 en Avellaneda, Buenos Aires. Viví mi infancia junto a mis padres y mis dos hermanas, vivíamos en un club hoy extinto llamado Regatas de Avellaneda, de Dock Sud. Mi papá era el casero del club, allí había canchas de fútbol, básquet, tenis, y yo estaba todo el tiempo haciendo deportes. Por entonces se podía salir a la calle, andar en bicicleta, una infancia muy parecida a la que viven hoy los chicos.
Siempre hice deportes, como tenía la facilidad de vivir en un club lo aproveché, ligado al fútbol, básquet, tenis, había una pileta así que aprendí a nadar también. Arranqué jugando a la pelota en el colegio, fui a las inferiores de Independiente, en la secundaria fui a jugar a Talleres de Remedios de Escalada, luego a Dock Sud.
La sensación en mi debut fue muy linda, fue contra Arsenal cuando estaba en el Nacional B y después cuando debuté en Primera lo hice en la cancha vieja de Independiente, un partido a la noche. Cuando se es jugador uno sueña y espera ese momento con muchas ansias, más allá del nerviosismo lo pude disfrutar. Fui jugando sin ponerme el objetivo de ser profesional, tampoco era que en mi casa me exigían que lo fuera, no teníamos dimensión de lo que se podía venir hasta que llegó el momento donde me tenían que hacer el contrato, cuando lo hicieron fue una alegría y una emoción muy linda en casa.
En esa época llegaba un telegrama a la casa del jugador informando la firma del primer contrato, diferente a lo que es hoy. Cuando el telegrama llegó nos pusimos muy contentos todos, pero no era un objetivo que teníamos como familia, yo sabía que si no llegaba me iba a tener que dedicar a otra cosa, pero si no se cumplía, no cambiaría mucho, se fue dando de manera natural y por suerte llegó.
Recordando buenos momentos uno de ellos fue cuando firmé mi primer contrato justamente, luego las veces que fui campeón, tuve la suerte de ascender con Arsenal, con Rosario Central (2012–13 con Rosario Central de Primera B Nacional), con Juventud de San Luis, salí campeón de dos copas internacionales (2007 con Arsenal de Sarandí de la Copa Sudamericana y 2008 con Arsenal de Sarandí el Campeonato del Banco Suruga), cuando nos salvamos de dos descensos con Tigre, veníamos con muchos puntos por debajo de muchos equipos y pudimos salir de esa zona difícil, casi salimos campeones pero no se dio en la última fecha. Tuve muchísimos entrenadores buenos y de renombre: Burruchaga, Alfaro, Falcioni, Miguel Ángel Russo, en San Luis tuve a Pedro Dechat, Garnero, lo tuve un tiempo a Holan, Darío Franco, al “Vasco” Arruabarrena. Creo que Alfaro fue uno de los que más me marcó, vivimos cosas muy fuertes y emocionantes, de todos he tomado ideas y trabajo, que me sirven para aplicarlo en este nuevo rol que tengo.
Me gustan los equipos que son protagonistas, que toman las riendas del partido, que proponen ir para adelante siempre, luego se tienen que dar un montón de factores, pero es mi idea. Tengo una historia desde hace muchos años con San Luis, cuando ascendimos con Arsenal vine a Juventud al viejo Argentino A, era técnico Roberto Mariani, fue una provincia que me enamoró y obviamente en ese paso dejé muchos amigos, siempre he vuelto. Me fui a Grecia (Panionios F.C. -2009) pero siempre relacionado a San Luis.
En 2015 me llamaron para ingresar al club, volví, habíamos conseguido el ascenso al Nacional B en un campeonato durísimo y siempre me quedaron las ganas de radicarme. Estoy hace dos años construyéndo mi casa. Mi familia está conformada por mi pareja Marcela, tenemos tres perros, en Buenos Aires tengo dos hijos que viven con su mamá y cuando pueden vienen y cada tanto viajo a verlos porque se los extraña.
Cintia Ramírez me llamó para contarme del proyecto de fútbol femenino y obviamente le dije que sí. He dirigido Ituzaingó en el fútbol masculino, y ahora dirijo el San Luis Fútbol Club femenino. No hay clubes que le den la misma importancia que le da San Luis al fútbol femenino, hay equipos de primera como Newell´s, donde se entrena tres veces por semana, a ninguna jugadora le pagan un sueldo, no concentran antes de los partidos, en nuestro caso entrenamos todos los días, doble turno a veces, antes de los partidos concentramos, cobran su plata por jugar, tienen su ropa para entrenar. Mi meta es llevar a este club a lo máximo, la primera división, tenemos un camino largo por recorrer pero estamos todos encaminados hacia eso.
A la gente de San Luis le pido que apoye a este equipo, que apoyen el sueño de las chicas, ellas quieren llevar al fútbol femenino de San Luis a lo más alto.