Expresiones de la Aldea, La Aldea Antigua, San Luis

De progreso y ferrocarriles

Los Hermanos Juan y Mateo Clark: su relación con el impulso ferroviario de Cuyo

Por David Taverniti(*)

El apellido Clark está muy relacionado con el progreso de Argentina y en especial con el pueblo de Balde y su historia. En San Luis, los hermanos Juan y Mateo Clark han obtenido poco reconocimiento, pese a que fueron protagonistas de grandes aportes al progreso de Argentina y Chile. Pese al tiempo transcurrido sería justo recordar que impulsaron e hicieron posible el paso del ferrocarril y el telégrafo por San Luis.

Además de impulsar la creación del Ferrocarril Trasandino de Buenos Aires al Pacifico, la vida de los Clark estuvieron llenas de muchas otras empresas. Habían nacido en el puerto de Valparaíso hijos de James Clark, un comerciante escocés, y una viuda sanjuanina radicada en Chile. Por medio de su madre, Tadea Torres, tuvieron gran cantidad de amigos y familiares en Argentina.

Junto con sus exitosas actividades comerciales, los hermanos Clark tuvieron una importante participación en la vida social de Valparaíso. Fueron amigos cercanos de los más destacados hombres públicos de la segunda mitad del siglo XIX de Chile como Benjamín Vicuña Mackenna, José Manuel Balmaceda, Manuel Montt, Patricio Lynch, Francisco Subercaseux, entre muchos otros.

Desde su ciudad e inmersos en el trajín del comercio formaron la empresa Sociedad Clark y CIA e idearon sus ambiciosos emprendimientos trasandinos: primero el telégrafo entre Valparaíso, Santiago y Buenos Aires, y luego el ferrocarril, los que fueron concebidos siempre como un medio para fomentar el comercio y llevar mayor bienestar económico a su ciudad y a su país. Por esta razón, fueron permanentemente reconocidos por los altos círculos sociales, la prensa y los más importantes personajes políticos.

El desarrollo de sus negocios los llevaría a largas estadías en Argentina, donde se relacionaron con distinguidos personajes como el Guillermo Rawson, Bartolomé Mitre, Domingo Sarmiento y Nicolás de Avellaneda.

El tendido del telégrafo era una obra difícil para la época y no podría ejecutarse sin la participación de inversionistas.

Los Clark comenzaron en 1869 las gestiones para conseguir tanto del Estado de Chile como el de Argentina una subvención y garantías que estimularan el interés de los inversionistas que aportarían el capital. Luego de largos debates con ambos Congresos, consiguieron las subvenciones y se pudo dar inicio a los trabajos.

Para ello debieron adquirirse en Europa los materiales de construcción, incluidos 50 Km de cable de cobre del tipo utilizado para las líneas submarinas, el que iría enterrado en el trazado que estaría expuesto a las más difíciles condiciones ambientales entre Ojos de Agua en Chile y Puente del Inca en Argentina, atravesando por el paso del Juncal a 4.000 metros sobre el nivel del mar.

Desde antes de la construcción del telégrafo, los Clark tenían la idea de construir un ferrocarril que uniera Valparaíso y Santiago con Buenos Aires, el que debería servir para mejorar el comercio entre ambas naciones. Recordemos que para aquella época el transporte de carga y casi todo el de pasajeros se hacía por mar a través del peligroso Cabo de Hornos o el Estrecho de Magallanes, además, las ciudades cuyanas como Mendoza y San Juan, se encontraban mucho más cerca de Santiago que de Buenos Aires.

El gigantesco plan constructivo debía incluir una vía férrea que cruzara la cordillera uniendo las ciudades de Los Andes y Mendoza y otra que uniera a Mendoza con Buenos Aires, y dado que toda la logística necesaria para la construcción del ferrocarril de montaña se haría extremadamente difícil sin contar con un medio de transporte que trajera los materiales hasta los pies de la cordillera, sería imprescindible construir primero el tramo de Buenos Aires hasta Mendoza.

(*) Primera parte. Este artículo es gentileza del grupo Historiadores de San Luis

Juan Clark y Mateo Clark.

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