Otoño fuera de meridiano
Laura Marcela Sierra Vásquez (*)
Este territorio es impredecible. En estas tierras no hay quien avecine el clima. El viento sopla a su voluntad sin marcapaso que lo condicione. La vegetación ha aprendido a ser paciente y resiliente. El suelo acepta monótonos y tornasoles a capricho.
Hoy es día de otoño. Un tapete dorado cubre lo que ayer era terciopelo verde. La trayectoria de las hojas dibuja versos en el aire. Tristes, feroces, esperanzados, ilusionados, lánguidos, casi extintos, repintados en negrilla. Todos ellos se entrelazan en un único poema atemporal.
Soy todos los climas, todos los tiempos, todos los versos, condensados y ensanchados en esta única parcela de carne. Carne mutable y perenne.
Soy la niña, la mujer y la anciana. Soy la pena y el goce. La amnesia y la reminiscencia. El jarabe y el jerez.
Soy el meridiano que escapa a la estación. El subterráneo camuflado en isla flotante. El grado que burla el eje de inclinación terrestre. Soy mis versos. Los que escribí, escribo y escribiré. Versos que son mi trópico sin coordenadas. Mi territorio impredecible. Mi guarida de incontables estaciones al unísono.

(*) Este texto de la autora de Cali, Colombia, obtuvo el segundo premio, y conforma parte del libro: Antología Prosa Poética Homenaje a Raquel Weinstock.
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Sencillamente conmovedor
Hermoso y sublime.