Expresiones de la Aldea

SIETE DIOSES

Daniela Natalia Silvera (*)

Hay siete dioses que te impone el tiempo. Son seres fríos y contados, que cargan en su pecho regalos y castigos, hablan entre ellos, juegan, deciden a quién le tocará dar o quitar. Nunca se puede saltear a un dios, o lo pasás o morís.

Los dioses tienen historias eternas entre ellos, sobre sus espaldas han ocurrido tragedias y milagros. Cuando los hombres caminan en ellas, cual puentes, saben que deben rendir tributo, que no es conveniente tomar atajos, porque el dios se estira y el tiempo pasa más lento, y no se puede seguir adelante, o se acorta y te tira a la espalda del dios siguiente, que enojado te impone una tragedia.

Los dioses comen personas, a veces repentinamente, otras, ninguno quiere comer, y te pasean de espalda en espalda mientras sufrís hasta que alguno se digna a engullirte. Tienen personalidades propias, el primero es el más largo. Se puede cabalgar durante horas en su espalda sin llegar a ningún lado. El quinto es corto y le crecen pastizales frescos, llenos de árboles frutales.

El tercero es indeciso, a veces te regala una ayuda, un momento de paz, otras, se frustra y se vuelve casi un laberinto. El último es una llanura al sol, no hay ni un solo árbol donde resguardarse. Si viajás con carpa y encontrás un arroyo puede ser muy placentero, pero si sos solo vos y tus pies, el calor va a tumbarte muchas veces antes de poder pasar al próximo dios. Cuando nacemos, las abuelas nos dicen: “Contá tus dioses, porque son una bendición y los tenés que aprovechar”. A veces parece que esto no fuera verdad, pero un día te cansás del camino de siempre y vas por un lugar nuevo, recorrés los brazos, el pecho, la frente. El dios abre los ojos, te ve y empieza a jugar con vos, a ponerte desafíos, y cuando pasás al próximo entendés que no sirve solo transitar a los dioses, hay que despertarlos.

“Laberinto”, por Voitv.

(*) Este texto del autor de Bogotá, Colombia, obtuvo mención destacada, y conforma parte del libro: Antología Prosa Poética Homenaje a Raquel Weinstock. 

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