Reportajes

Rodrigo Daniel García, 19-02-2023

Mi nombre es Rodrigo Daniel García, tengo 44 años, nací en Capital Federal, pero pasé gran parte de mi vida en Morón, hace 8 años que vivo en San Luis, en la ciudad de Villa Mercedes. Mi madre se llama Leticia Susana Cerquetti y mi padre Juan Carlos García, tengo tres  hermanos, Cecilia, Ariel y Malena. Hoy comparto mis días con mi pareja Enrique.

Mi niñez fue muy linda, eran juegos mucho más físicos que los de ahora, que son casi todos tecnológicos. En nuestra época era común jugar en la calle a la pelota, a la escondidas, andar en bicicleta, jugar a la mancha, etc. 

El colegio  secundario lo hice en Avellaneda, en la Escuela Nacional de Comercio Vélez Sarsfield, una muy bella etapa la del secundario, comencé el CBC para el ingreso de Odontología, pero como era muy costosa no la seguí, estudié varias carreras, las que concluí es la de Consultor Psicológico, un terciario que encara al ser humano desde otro enfoque distinto al tradicional de un Psicólogo. Ya estando en Villa Mercedes, la carrera que más se emparentaba a lo que había estudiado y además era nueva, fue lal de Acompañante Terapéutico, que concluí en la UNSL, el nombre correcto es Técnico Universitario Acompañante Terapéutico.

La carrera del Acompañante Terapéutico tiene varias aristas, se puede trabajar con niños en general o con capacidades diferentes, integración escolar, TEA, adultos mayores, adicciones, etc. Siempre tuve en claro que mi campo de acción iba a estar limitado al acompañamiento en adicciones, una de las cuestiones que me llevó a estudiar esta carrera fue cuando en los medios un periodista que falleció hace 20 años, que se llamaba Juan Castro, quien estaba muy comprometido con las drogas, y en su momento lo habían externado con la única condición que le habían propuesto  que tuviera tres acompañantes terapéuticos todo el tiempo con él, uno de esos acompañantes un día no se sabe por qué motivo no estaba presente y es allí donde él fallece, al caer del balcón de un primer piso. Eso llamó mi atención en aquel momento.

Sigo especializándome en cursos de adicciones, más enfocado en eso, igual en la profesión hay cuestiones que se pueden ejercer directa o indirectamente en el rubro que estés desempeñando, siempre con empatía y el interés por el otro, con las ganas de contener como algo innato en el acompañante, si no tenés esa actitud como base es difícil, ya que lo importante de todo es el vínculo con el paciente, la aceptación es imprescindible para poder encarar el acompañamiento. Trabajo en el Policlínico como Asistente Dental en el Servicio de Odontología, porque además de asistir al profesional en lo que necesite también está la posibilidad de contener al paciente.

Cuando ingresé a trabajar en la salud pública, más precisamente en la guardia central, allí me di cuenta que me gusta, me interesa el prójimo, me enorgullece, me estimula, me hace bien, eso marcó la diferencia y fue un antes y un después.

Soy una persona respetuosa a la que le interesa el otro, me gusta trabajar en mí porque me preocupa ser una mejor persona cada día, soy amiguero y familiero.

Soy más racional que emocional, soy más de regular las emociones, me conmueve que un profesional haga bien su trabajo, el buen trato a los ancianos. Mi pasión está relacionada con mi profesión. Me enojan las injusticias en general.

Escucho música variada, ahora estoy encontrándole el gusto a la música en inglés, desde la mañana la música me acompaña. Me gusta ver películas. Ahora estoy leyendo el libro “Donde el corazón te lleve”.

Así como cuando trabajo estoy activo en todo momento, en mi tiempo libre me gusta estar con amigos, ver tele, escuchar música, leer, etc.

Lo que destaco como enseñanza de mis padres son los valores, la honestidad, la solidaridad, por ahí no fueron tan explícitas sino que estuvieron presentes a través del ejemplo. 

La amistad es sanadora para mí, es muy importante, sin dudas mis amigos son mi sostén.

La elección de venir a esta bella provincia fue por mi pareja, hace casi 8 años que vivimos acá, comencé a relacionarme recién a los dos años cuando fui a la facultad, con compañeros y profesores, al mismo tiempo comencé a trabajar en el Policlínico, esos dos lugares son los que más quiero de Villa Mercedes, la facultad y el policlínico. Me siento muy bien en esta Ciudad.