Por Sebastián Reynoso

En el año 1895 se construyó por primera vez el puente que unía el sur con el norte de la ciudad. Los trabajos se realizaron con madera dura y resistente en toda la estructura. El material fue traído del norte argentino a través del ferrocarril que llegaba a la ciudad, y luego se transportó al lugar en carretas tiradas por caballos. Así fue como nació el Puente de Madera.

El puente fue de gran importancia para el progreso de nuestra ciudad en aquel entonces. Resistía la fuerza de las fuertes corrientes que el río traía consigo, además del tránsito fluido de las carretas de la época. Sin embargo, a medida que el transporte en la ciudad empezó a cambiar, tuvo que adaptarse al presente y al futuro. Después de 60 años, fue reemplazado por otro puente construido de hormigón.

Con el paso de los años, adquirió aún más importancia con la construcción del barrio La Ribera, que prácticamente se convirtió en otra ciudad dentro de Villa Mercedes. También se desarrollaron la escuela Agraria, zonas de quintas, campos y la urbanización de la ciudad.

El río Quinto, con sus aguas tranquilas y serenas, mostraría diferentes caras a lo largo de la historia. Las crecidas causaron daños de mayor y menor grado, verdaderos desastres tanto en sus márgenes como en la ciudad, especialmente después de los años 2000, cuando hubo fuertes lluvias debido al fenómeno climático conocido como “El Niño”.

En abril del año 2000, las precipitaciones aumentaron peligrosamente en toda la provincia y los diques comenzaron a desbordar. Durante la Semana Santa de ese mismo año, el jueves 2 y el viernes 3 de abril, el río Quinto comenzó a inquietar a la población y a las autoridades, sobre todo a aquellos encargados del mantenimiento del dique Vulpiani.

La situación pasó de preocupante a dramática, ya que la crecida del río arrastraba todo a su paso. Para comprender la magnitud de la crecida, en los últimos días del año 1999, que fue muy lluvioso, el caudal del río alcanzó los 36 mil litros por segundo.

Sin embargo, en abril del año 2000, durante el momento de la gran crecida, el caudal llegó a los 550 mil litros por segundo. En la noche del viernes 2 de abril, uno de los grandes postes se atascó y actuó como una gran palanca durante varias horas, hasta que pasada la medianoche la estructura colapsó por la fuerza del agua.

Los vecinos que se encontraban en el lugar fueron testigos del derrumbe del puente. También se vivieron escenas de evacuación de familias de barrios cercanos al río, y el Parque Costanera sufrió daños en diferentes áreas, quedando inutilizado. Con las primeras horas del sábado 3 de abril del año 2000, algunos incrédulos habitantes de Villa Mercedes se acercaron al lugar para observar cómo este ícono de la ciudad yacía en el suelo, más precisamente en el río Quinto. Pasaron los años y, aunque desde hace mucho tiempo el puente es de hormigón, para los habitantes de Villa Mercedes todavía se lo menciona como “El Puente de Madera”.

En los meses siguientes a este suceso, se llevaron a cabo reparaciones para restablecer el tránsito. Luego, en octubre del año 2012, otra magnífica obra llegó para impulsar el progreso de la ciudad. Se inauguró el puente doble con rotondas de acceso en ambos márgenes del río, conectando con la autovía de circunvalación.