Graciela Arias (*)
La zaranda cansa,
barata la pachanga,
calzada la chancla,
maracas y salsa avanzan.

Sara y Carranza
apartan a Alcaraz,
amagan a saltar
para salvar al catalán.

Clava la navaja
y sangra la panza
sacan al mandamás
¿Acabará la matanza?

Gana la calma
más mansa.

Vejete


El vejete enclenque
bebe jerez en el tren,
pretende ser perenne
en vez, es demente.

Es rehén de tener sed
¡Déjese vencer!
Entregue el deber
de ser gerente.

Celebre leer en lentes
que el regente
merece beber
el excedente.

¡Serénese rebelde!
es vejez repelente.

(*) Estos textos fueron parte de Juegos oulipianos y Monocalvismos en el taller literario Silenciosos incurables.

Graciela Arias, 55 años, mamá de tres, abuela de dos. Siempre disfrutó de la lectura, hábito que heredó de sus padres. Aficionada al bordado, a la costura, al origami, a la filigrana en papel, a la creación de accesorios y “mano verde”.