Hawái, una forma de viviry vivir la vida
“Te cuento mi historia”
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Vada Calderoni Moyano
Mi nombre es Vada Calderoni Moyano y soy una almita puntana viajera, que ama irse, pero más ama volver. Los que me conocen saben que he estado viviendo en un lugar soñado, llamado Hawái y vengo a contarles un poquito de ello.
Hawái es un estado integrante de Estados Unidos, que geográficamente hablando se encuentra muy alejado del continente, en el medio del Océano Pacífico. Esto se debe a que el mismo era un reinado independiente y luego fue conquistado. El Estado de Hawái cuenta con numerosas islas, muchas más de las que yo pensaba… Sin embargo, las cuatro principales o más conocidas turísticamente hablando son Oahu, Maui, Kauai, y Big Island. Cada isla es diferente, y es conocida por alguna particularidad única y que las otras no poseen. “Kauai” es conocida como “gardenisland”, es una isla muy pequeña, llena de gente local y te sorprende por su color verde en todos lados. En ella podés encontrar el “Waimea Canyon” que es como el Gran Cañón, pero más chico, con más vegetación, y con muchas cascadas. Otra particularidad que es muy popular por su belleza e inmensidad es la “Napali Coast”, un cordón montañoso único en el mundo. “Maui”, es conocida como “valleyisland”, ya que la isla tiene dos volcanes muy grandes que forman entre ellos un hermoso valle. Esta isla tiene dos atractivos muy famosos: El primero es la “Road to Hana”, una ruta hacia Hana (pueblito muy alejado) en la cual se disfruta mucho más del camino, que del destino en sí.
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En la ruta podés apreciar más cascadas de las que vas a ver en cualquier otro lado del mundo, así como también acantilados, junglas, y lo más impresionante a mi parecer, playas de arena negra, y playas de arena roja. La segunda atracción es la cumbre del volcán Haleakalā, desde donde podés ver amaneceres y atardeceres sobre las nubes, así como también el cráter del volcán y toda la isla desde lo alto. “Oahu” es otra isla, donde se encuentra “Honolulu”, la capital de Hawái. Esta isla es donde yo viví, y se la conoce como la isla de los encuentros, ya que es la que más características de ciudad tiene, encontrando shoppings, centros comerciales, vida nocturna, y si bien posee todo eso, no pierde el espíritu hawaiano, isleño y paradisiaco que tienen las demás islas. Es real que es la isla en la que menos gente hawaiana conocí. Sin embargo, sus costumbres siguen intactas, y te permite vivir en una armonía perfecta entre ciudad, playas vírgenes, jungla, montaña, y todo eso en un mismo lugar, sin necesidad de manejar por horas para llegar a lugares que te dejan sin aliento por su magnitud y belleza.
Hay numerosas cascadas, algunas más turísticas, otras a las que sin la ayuda de un amigo local no podrás acceder. Es una ciudad ideal para toda persona que como yo, ame las actividades en la naturaleza y el exterior más que nada en esta vida. Hay un sinfín de actividades como trekking en montañas con vistas panorámicas inmejorables o cráteres de volcanes inactivos, actividades acuáticas como snorkel, surf, paddle surf, nadar con tiburones, avistamiento de ballenas, tortugas, mantarrayas, delfines y mucho más. Es imposible aburrirse con tanto por ver y explorar.
Por último, la isla “Big Island”, es la más grande de Hawái y sinceramente fue mi preferida, a pesar de haber estado viviendo en Oahu. Particularmente Big Island me sorprendió por su energía. Es creer o reventar, pero lo que yo sentí ahí fue algo que por el momento no he sentido en ningún lugar del mundo. A mi entender, la misma proviene de la gran cantidad de volcanes, activos e inactivos que se encuentran en la isla. Las playas y la ciudad se encuentran rodeadas de lava y hay muchas cuestiones que hacen de esta isla un lugar mágico y espiritual. La conexión con la cultura hawaiana, con la naturaleza, y con uno mismo, es algo que no se puede explicar con palabras, pero que conversando con gente local o con inmigrantes todos coincidimos al contar que hemos sentido en nuestros pies esa energía tan solo al momento de bajarnos del avión y pisar la isla.
Algo en común que he notado en las cuatro islas que pude conocer es el respeto por la naturaleza y el medio ambiente. A veces los locales pueden parecer un poco rudos o repetitivos con la cartelería al respecto, pero es gracias a ello que la isla presenta los paisajes conservados de esa manera, al igual que la vida marina tan presente en sus costas. No solo es una cuestión de cuidado ambiental y de los animales, sino que todo ello representa algo sagrado para los locales. Son sitios de rituales religiosos y de mucho valor espiritual, por lo que se pide al turista mucho respeto. No está permitido llevarse piedras, caracoles, tocar los animales marinos, e incluso hay zonas como playas, cascadas, a las cuales solo los locales pueden acceder.
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Como dato curioso al respecto de Hawái, solo tienen dos estaciones en el año: invierno y verano, y a su vez, es un lugar único en el mundo por su clima tan variado. Posee 4 de las cinco zonas climáticas, y 8 de las 13 subzonas climáticas que existen en el mundo. Podés encontrar zonas húmedas tropicales, zonas áridas y semiáridas, zonas templadas, y zonas alpinas, todo en un mismo lugar.
Finalmente, lo más lindo que me llevo de haber vivido en Hawái es su forma de ver y de vivir la vida. Su tan conocida palabra “aloha”, que para ellos es más que un simple saludo o despedida como su traducción indica. Aloha para ellos es más bien un estilo de vida. Ellos te desean y se desean una vida con “aloha spirit”. Esto hace referencia a un deseo de que tu mente y alma estén en coordinación. Que cada persona piense y exprese buenos sentimientos hacia el prójimo. Es presencia y fuerza vital. Se refiere al dar sin esperar nada a cambio, en la importancia de cada individuo para la existencia colectiva, significa bondad, ternura, unidad, armonía, agrado, humildad, modestia, paciencia, perseverancia. Cada letra de la palabra aloha es una palabra en hawaiano, que significa todo lo que he mencionado, y mucho más. Es una forma de vida, y en Hawái podés verlo y sentirlo. La gente no grita, no discute, no se toca bocina, la palabra “mahalo” que significa gracias en hawaiano, es una de las palabras que más vas a escuchar en tu día a día. Lo material es algo que no se presume. Hawái es uno de los estados más caros de todo Estados Unidos y sin embargo la gente se viste y lleva una vida muy sencilla. Todos sin importar su estatus social y económico se comportan y se visten de la misma manera. No vas a ver gente vestida de traje, ostentando grandes marcas y joyas, sino más bien mucha gente de camisita y vestidos floreados, descalzos, y viviendo una vida muy alegre y relajada en la que la gente prioriza como se siente, y encuentra un balance en el cual el trabajo y las responsabilidades no son más importantes que sus vidas, su contacto con la naturaleza, y su espíritu aloha.
Soy una eterna agradecida de poder haber vivenciado todo esto y aprendido de esta cultura tan hermosa, de gran espiritualidad, contacto con la naturaleza, respeto al medio ambiente y a los animales, y que no por nada ha atraído a tanta gente hermosa y de lindos valores a vivir ahí. La isla es hermosa por sus paisajes, pero mucho más por su gente.
Hay una creencia que dice que la isla te abraza, o te escupe. Personalmente siento que Hawái me recibió con los brazos abiertos, para abrir mi mente y alma, y cambiar mi vida para siempre.
saludos es un gran privilegio visitar esta hermosa isla donde su paisajes naturales es un paraíso real realmente felicito a quienes han disfrutados de estos bellos placeres brindado por la esquicitez del turismo existente.