La provincia de San Luis siempre se caracterizó por ser un imán, por ser una tierra de oportunidades.
Tal es así que a lo largo de 40 años atrajo a miles de hermanas y hermanos de otras provincias y países cercanos que apostaron por este suelo, por cumplir sus sueños.
Por sus condiciones y beneficios también sedujo a empresarios y emprendedores, lo que generó que se destinaran inversiones a lo largo y a lo ancho de todo el territorio provincial: creció la industria, creció el turismo, creció el comercio, creció el desarrollo tecnológico, entre otros índices.
Así se logró un notable progreso y, a la par, hubo un gran desarrollo de la infraestructura. “San Luis es una isla”, se escuchó decir a manera de reconocimiento y como sello distintivo, tanto del orden nacional como internacional.
Todo esto fue producto de sólidas políticas innovadoras, visionarias, revolucionarias, de avanzada, inclusivas y con respeto por los derechos humanos