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El cuadro más comentado de la historia (I)

Editorial

Diego Velázquez pintó Las Meninas en 1656, justo cuatro años antes de su muerte. Una magnífica combinación de planos y espacios. Se trata de un cuadro mucho más misterioso y complejo de lo que parece a simple vista. Es una de las obras de arte más estudiadas de la historia y no todos los historiadores están de acuerdo en su significado.
Aunque hay un detalle en el cuadro por el que se cree que fue pintado dos años más tarde, ya que Velázquez aparece con una cruz de la Orden Santiago en el pecho y ese título de caballero no le fue dado hasta 1658. Consiguió adelantarse a su tiempo en la manera de pintar, ya que logró trasmitir realismo con pocos colores y pocas pinceladas.
La obra representa un momento en la vida de palacio y transcurre en el cuarto del príncipe del Alcázar. En el centro aparece la infanta Margarita, tenía cinco años, y estaba rodeada de las hijas de importantes personalida des, que estaban a su servicio. La que le ofrece el búcaro con agua es María Agustina Sarmiento. La que está si tuada al otro lado de la infanta es Isabel de Velasco. Detrás de la pequeña Margarita vemos conversar a Marcela de Ulloa su dama de honor, a su lado, un guardadamas. A la derecha vemos a Mari Bárbola, la enana hidrocéfala y a su lado Nicolasito Pertusato, el enano bufón junto con el perro de raza mastín, al fondo José Nieto, aposentador de palacio que parece abrir una puerta. Los dos grandes lienzos colgados son de Martínez del Mazo, yerno del pintor. Por supuesto, distinguimos a Velázquez, que se representa a sí mismo trabajando en un enorme lienzo con la paleta y el pincel en las manos. Si lo observan durante un rato percibirán que algunos personajes traspasan el cuadro con la mirada, hacia afuera, como si hubiera sucedido algo frente a ellos que llama su atención. A los monarcas Felipe IV y Mariana de Austria, Velázquez no los pinta junto a los demás personajes.Están reflejados en el espejo, al fondo.
A observar: si los reyes no están en la sala pero se reflejan en el espejo… ¿Dónde están los reyes? ¿Creen que están en el lugar del espectador? Velázquez incluye a los monarcas en el cuadro de una manera muy ingeniosa: nos hace saber que están ahí, en la sala con los demás, aunque no los veamos en la escena. Imaginen que los reyes están sentados porque Velázquez les está retratando, de repente, los monarcas deciden irse. Se levantan y al ponerse de pie, el espejo capta su imagen. Velázquez deja de pintar y los mira, al igual que la infanta Margarita y los demás.
En la próxima seguimos con los misterios de esta obra colosal, por lo pronto si por fortuna se encuentran en Madrid, no dejen de pasar por el Museo del Prado…

“Las meninas”, por Diego Velázquez. 1656