Expresiones de la Aldea, La Aldea y el Mundo, San Luis

“El rol del músico es levantarle el ánimo al pueblo”

Por Polaco Altavilla

Javier Martínez, baterista cantante y letrista de Manal, murió el 4 de mayo a los 78 años, en una clínica porteña. El legendario baterista, fundador del grupo Manal y creador clave del rock argentino, fue pionero del blues en castellano y gran letrista, autor de los clásicos Avellaneda blues, Porque hoy nací y Jugo de tomate, entre otros.
El primer éxito del power trío, en su primer álbum homónimo, de 1970, Jugo de Tomate, describe los deberes que impone la sociedad de consumo para ser un triunfador en un mundo materialista, con el riff del guitarrista Claudio Gabis, al estilo Creedence, acompañado por la fuerza rítmica del “Negro” Alejandro Medina.
La noticia la compartió su hermana, Dora Alicia Martínez Suarez, en las redes sociales, y para cerrar al estilo de Javier, terminó el comunicado con una frase que el artista le dijera el 1° de mayo: “Cuando uno no tiene más nada que decir, comienza el viaje de callar”.
Con más de cinco décadas de carrera, cuando comenzó con Manal en los 70, y casi 40 como solista, en los que editó cinco discos, el músico hacía ejercicios diarios (tanto con la bicicleta fija como golpeando su batería) y yoga, para mantenerse en forma y culminar con eficacia sus extensos shows, en voz y percusión. “Hago yoga y antes de tocar me preparo con relajación para salir sin tensión muscular: es difícil ¡es como andar corriendo y cantando!”, bromeó. Más serio, pidió aquella tarde en abril de 2021: “Que Dios me dé salud y lo haga por mucho tiempo más”, ansiaba. “Se asombran ¿¡pero no sé de qué!? porque hay un concepto que el entusiasmo tenga que ver con la edad, y no, tiene que ver con la vocación. Cuando tenés vocación, si entrenás, si te cuidás, y bueno, mientras el cuero aguante, se puede ir hacia adelante siempre”, describió su vigor Martínez.


“Soy nacionalista y quiero a mi país: mi sueño es conocer toda Argentina”, aseguraba Martínez, previo a su vuelta a la provincia. “A San Luis lo quiero, he ido muchas veces y conozco”. Cuando el aislamiento por coronavirus abrió espacios para tocar, el baterista llegó a All Right con el guitarrista “Pino” Callejas en guitarra y el “Zorrito” Salinas al bajo, y en las teclas, “Patán” Vidal como invitado. “Lo que quiero es tocar. Con esta formación hemos tocado muchos años y me gusta cómo suena”.
Esa noche, colmada de fans del rock nacional de la vieja escuela y con nuevas generaciones que ansiaban conocer al prócer, realizaron un poderoso y extenso concierto en el que repasaron un repertorio plagado de éxitos incunables.
Acorde al nivel de recepción que merecía tal visita, JF Producciones puso a disposición a Wanzo Sonidos y en particular al baterista y sesionista Jorge ‘Ave’ Torres como drum doctor de Martínez. “Aprendí muchísimo esa tarde en la prueba, y a la noche en el concierto”, recordó Ave, también docente de música, apenas enterado de la terrible noticia. “Me enseñó a ver de otra forma cómo afinar la batería y cómo hacer ritmos de blues y funk”.
El músico, que en 2018 fue homenajeado como Personalidad Destacada de la Cultura, en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, vivió 12 años en Europa y batió el récord mundial de tocar la batería en 41 horas y media (parando 5 minutos por hora para alimentarse), una proeza sólo superada por él mismo, años después. En el evento, auspiciado por la Municipalidad de la ciudad de Toulón en 1985, fue apoyado por músicos del mundo.
Con el sello independiente Mandioca, lanzaron en 1968 el primer simple con Qué Pena Me Das/Para Ser Un Hombre Más, al año siguiente otro con No Pibe/Necesito Un Amor, y en 1970 Jugo de Tomate/Avenida Rivadavia. El disco Manal es considerado uno de los trabajos más importantes del rock en castellano.


“Cada cual tiene su rol en la sociedad y el del músico es levantarle el ánimo al pueblo, consolarlo en las penas de la vida y tirarle un mensaje optimista para que vaya para adelante”, expresó el artista con gran convicción. También era amante del folclore, “por sus poetas y porque musicalmente me parece extraordinario”, dijo. “Sus letras son filosóficas y cubrían una línea poética de ‘al mal tiempo, buena cara’, de lucha, de combate, esa cosa martinfierrista”.
Pioneros del rock blanco y en castellano, Manal fue influencia para grupos del género en los años siguientes, y Martínez, asiduo lector de obras de filósofos, poetas e historiadores, dejó una enseñanza y es que el liderazgo no se trata de títulos, sino de inspirar.
“Los que saben, no hablan, y los que no saben, hablan”, precisó certero.