IRIS

Escuchame, cómo come la gente de la farándula. Será la angustia existencial, no sé. En la fiesta de los famosos premios Martín Fierro le dieron con todo al diente. La velada comenzó con un snack compuesto por cuatro bocados típicos: humita, tomaticán, empanada y tartar de trucha. Al aperitivo le siguió una entrada sofisticada, compuesta por un zócalo de garbanzo especiado, jamón crudo, queso mascarpone, esponja de albahaca, tomates asados y una delicada crema de arveja-lima (no sé qué rabanito quiere decir que una crema es delicada). El plato principal de la 52ª edición de estos famosos premios a la televisión que justamente televisó Telefé, lo que era TeleOnce, fue un lomo de novillo acompañado de texturas de zanahorias asadas en miso, emulsión de zanahoria y chocolate blanco (para mí, una desubicación), roll de papa y ajo negro, todo coronado con una salsa de mostaza a la antigua. Para finalizar la experiencia gastronómica los invitados disfrutaron un postre cremoso de limón, complementado con confitura de frambuesas, crema de lima, crocante de chocolate blanco (ahora sí) y almendras. Todos nombres raros, pero el peor el zócalo de garbanzos. Disculpame, un garbanzo es un garbanzo, qué zócalo.

Para los centros de mesa se pensó en ramos de flores blancas y para distinguir cada una de las mesas, se eligió un número grande calado, en color dorado.

Cada uno de los sitios contaba con un cartelito con el nombre de quién debía ocupar el asiento y la servilleta negra tenía un detalle con un Martín Fierro dorado, a tono. Una paquetería. Otra datito que te paso es el homenaje a los que partieron, medio mezcladas las fechas, pero todo con mucho respeto y emoción. Un In Memorian, digamos. Silvina Luna, Selva Alemán, Claudio Rissi. Los periodistas Edi Zunino, Adela Montes y Marcelo Simón. Chico Novarro, Johnny Allon y Adrián Serantoni. Los primeros actores y actrices Julia Sandoval, Aldo Pastur, Enrique Liporace, Camila Perissé, Pepe Soriano y Tina Serrano. No quiero empezar a explicar quién es y que hizo cada uno. Por respeto, me parece. Cualquier cosa me mandás una notita y te aclaro.
Martín Fierro de Oro, para el noticiero de Telefé. No me gustan ni él ni ella. Mirá felizmente ya no conozco a casi ninguno de los premiados. Todo bastante, bastante chatito. Incluso Federico D’Elía que ganó un premio dijo algo así como que el año que viene van a tener que premiar a los turcos. Cosas raras, viste. Lo importante es que estaban Mirtha, Susana, Cacho Rubio y el Mago sin dientes. También estaba el Betular que parece que dejó los postres y se pasó a la farándula para hacer publicidades.

En general, linda ropa, casi todas muy bien vestidas, muchas joyas y eso.

Alfombra roja que era azul, y algo de glamour. Poquito. Todo bajo la tibia conducción de Santiago del Moro. Solo y flojito. La Marcela Tauro ganó por primera vez una estatuilla, y eso que hace rato que labura en la tele. Fátima Flórez se vino desde Las Vegas, donde está haciendo un súper espectáculo (parece que le pagan rebien y así puede olvidar al presidente), para asistir a esta ceremonia en el Salón Pacífico del Hotel Hilton de Buenos Aires. Lo hizo en compañía del Marcelo Polino, con quien compartió la mesa y mucha complicidad. Viste que hacían juntos la obra que fue a ver Javier Milei en el verano en Mar del Plata. A la final la imitadora ganó en el rubro mejor humorista y pudo celebrar.
Igual muchas cosas raras, mirá este cuento: “…minutos después, la exparticipante de Gran Hermano volvió a la alfombra, pero lucía otro look. El detalle no pasó inadvertido y ante las cámaras contó qué sucedió realmente: ‘Me reí con la China, estornudé porque estoy resfriada y se me escapó un chorro de pis. Hay que decirlo, son cosas que nos pasan a esta edad a las mujeres”. Pasado el incómodo trance, la actriz pasó una noche junto a sus excompañeros del reality sin mayores sobresaltos…”, se trata de Virginia Demo, una señora rubia que estuvo en Gran Hermano. Una tal Luciana Geuna, periodista del Trece, subió a recibir el premio en patas, porque estaba descalza y se emocionó cuando la nombraron y no se dio cuenta.