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Sin pan y sin trabajo…

Editorial

El arte siempre es un notable testimonio de un momento histórico determinado. Así lo demuestra la pintura de Ernesto de la Cárcova (1866 – 1927), Sin pan y sin trabajo, considerado el primer cuadro de tema obrero en el arte argentino. Una aguda crítica social. Este óleo sobre tela se ha convertido una pieza icónica y forma parte de la colección permanente del Museo Nacional de Bellas Artes, ubicado en la Avenida Libertador en Buenos Aires.
Se trata de una obra directa: la sensación de miseria y desesperación de sus personajes no requiere de complejas interpretaciones. Todo está allí, a simple vista: la tensión reflejada en el hombre que, con la espalda estirada, mira por la ventana de su precaria vivienda cómo la policía montada reprime una huelga de obreros frente a una fábrica inactiva. Su puño golpea la mesa con la impotencia de quien no puede modificar la realidad. Sus herramientas de trabajo, ahora sin uso, descansan sobre una mesa vacía de alimentos. No hay pan ni trabajo. Su mujer, con el rostro inexpresivo y el cuerpo desnutrido, amamanta a un niño. El resto de la imagen se pierde en la oscuridad, un estilo que recuerda el uso de las sombras que hacían Caravaggio o Velázquez. La única fuente de luz proviene de la ventana, de un exterior conflictivo y violento. Una realidad que viven cientos de inmigrantes a fines del siglo XIX en Argentina.
Nacida como boceto en Roma y finalizada a su llegada a nuestro país, en 1894, esta pintura se expuso en el Salón del Ateneo de Buenos Aires ese mismo año y, en 1904, participó de la Exposición Universal de Saint Louis (Estados Unidos) donde obtuvo el primer premio, captando la atención de la prensa internacional. La universalidad de la escena plasmada por De la Cárcova suscitaba que toda sociedad de la época pudiera sentirse interpelada por un cuadro tan crítico.
Ernesto de la Cárcova nació y murió en Buenos Aires. Dio sus primeros pasos en la pintura junto a Francisco Romero, en la Asociación Estímulo de Bellas Artes, pero continuó sus estudios en las ciudades italianas de Turín y Roma. Se destacó también como medallista. De hecho, el logotipo de la Universidad de Buenos Aires fue creado por él para el Centenario de la Revolución de Mayo en 1910. Fue docente, concejal, director del Patronato de Becados Argentinos en Europa (1909 – 1916) y fundador de la Escuela Superior de Bellas Artes. Sin embargo, su paleta de colores y su estilo cambiaron radicalmente: optó por pintar desnudos, retratos y naturalezas muertas. Sin pan y sin trabajo fue su único cuadro “de denuncia”, que pronto se convirtió para siempre en un emblema de las luchas sociales.

Sin pan y sin trabajo. Ernesto de la Cárcova (1894).