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El correo de Nogolí

Nogolí Prensa / Sección de Gabriel Calderón Santander

La historia cuenta que a Nogolí llegaban las mensajerías dos veces al mes, eran carruajes que transportaban personas y correspondencia.
En el transcurso de los años se fueron uniendo caminos y la correspondencia fue el mayor punto de comunicación para las personas y los diferentes lugares. A todo ello, en el interior de la provincia se fueron creando distintas oficinas de correos y telégrafos.
En Nogolí se ubicó al frente de la plaza en la parte norte, al lado de la casa del emblemático Juan W. Gez.
Hoy no tenemos este edificio por el deterioro del tiempo. Sus nuevos propietarios lo tiraron por seguridad y perspectiva comercial.
Este inmueble del Correo estaba a cargo de Ojeda Wanzo, luego Pablo Calixto Rodríguez. De guardahilo (recorría toda la línea de jurisdicción) estaba Nicolás Castillo y de mensajero, Mario Melian.
José Anastasio Olguín se lo compró a Salustiano Gonzales.
En sus años venideros hubo otro encargado. Fue Benito Albarracín quien pedía que se arreglara el edificio ya que este inmueble se encontraba a pesar de sus años en un estado de precariedad total.
El gobierno por otra parte quería clausurar el edificio. El intendente Alberto Moyano enterado de esta posible decisión hizo un cuarto al lado de la policía quedando por unos años allí apostado.

Foto 1, Edificio Viejo del Correo / Foto 2, Carlos Moyano y Benito Solano Albarracín / Foto 3, Edificio que se entregó para el correo.

Se pretendía tener un edificio propio.
Los años 70 fueron muy productivos para la localidad en todo sentido. Como lo fue la obra de correos y telecomunicaciones haciéndose el edificio frente a la escuela Justo José de Urquiza al lado de la terminal. Su construcción estuvo en manos de la empresa constructora Basilio Wercharchi. Los terrenos fueron donados por la Gestora S.A.
La municipalidad elevó nota dando gracias al Gobierno y a la vez presentando sus proyectos e invitando al gobernador Elías Adre a la inauguración de la nueva casa de correos.
Al finalizar la obra y entregar el edificio, el personal se vio más relajado puesto que esta infraestructura era para tal fin y se dejaría de alquilar o andar ambulando en las periferias del pueblo. El personal que trabajaba allí era: Benito Solano Albarracín, Mario Melian, Eduardo Alaniz, Ignacio M. Castillo y, como estafetera, Sara Beatriz Alaníz.
¡Historia de este hermoso pueblo!

Nota del autor: Si, quieren colaborar con imágenes anteriores a 1960 pueden escribir a gcalderonsantander@gmail.com enviando en el mismo mensaje la autorización para publicarla. Gracias.