UNA INMENSA JOYA LITERARIA EN NUESTRAS MANOS
Iris
Nena, nena, está muy bravo el asunto de la pandemia. Por favor cuidate. Vos quedate en casa. No les des mucha bolilla a los que dicen otra cosa. Falta, falta bastante. Yo lo sigo al López que es mi infectólogo de cabecera y dice que hay que tener mucha, mucha más paciencia. Es así, cuidate. Hacé como mi amiga de Juana Koslay, sí, esa, la que va y viene de España. Se la pasa haciendo jugos raros. Se compró una ultra juguera, se peleó con la del negocio y ya la cambió tres veces. Ahora se queja porque esta nueva es muy difícil de limpiar. Dejame de embromar. Para mí se le traba porque pone todas cosas raras. Mete apio en la maquinita. Imaginate, un disparate. Dice que le mantiene la piel lozana. Para mí está del tomate. Igual siempre fue tipo rara. Viste esas que se pasan aloe vera por la cara y esos cuentos. Bueno. Ahora que un doctor japonés le recomendó quinoa, o como se llame, y hacer palabras cruzadas para mejorar los músculos y las neuronas, un disparate. Pero no está sola, el otro día vi en la televisión una pizza que hacía Nacha Guevara con harina integral y esas cosas. Arriba tenía berenjenas. Perdoname Nacha querida, diosa, pero te prefiero actuando y cantando. Te voy a confesar algo: hice un plan con la Indolfina para robarle a mi amiga de Juana Koslay. Es tan guardadora que tiene un libro espectacular sobre la historia de la tele.
Muy recomendado “El libro de oro de nuestra televisión. 40 años de televisión privada”. Firma una asociación ATA, Televisión Privada. Es de 1999, claro, porque como todo empezó en 1959, festejaban los 40 años. La investigación es de Beto Casella con apoyo periodístico de Mario Procopio
Todo viejísimo. Nunca me lo quiso mostrar porque decía que yo le iba a romper las hojas. El libro se llama “El libro de oro de nuestra televisión. 40 años de televisión privada”. Firma una asociación ATA, Televisión Privada. Es de 1999, claro, porque como todo empezó en 1959, festejaban los 40 años. La investigación es de Beto Casella con apoyo periodístico de Mario Procopio. Te hago una síntesis que está en la solapa: “Las primeras transmisiones, las telenovelas que nos hicieron enamorar, los programas humorísticos que nos despertaron carcajadas, las familias, los ídolos populares que marcaron a fuego la pantalla, las viejas series en blanco y negro, los programas que se convirtieron en clásicos. Desde Sandrini y Pinky hasta Suar y Tinelli; desde Sábados circulares de Mancera y Almorzando con las estrellas, hasta VideoMatch y Gasoleros, todos ocupan un lugar en ese libro, que tiene sentido de homenaje. En este caso, un justo homenaje en vida a nuestra televisión, que está más viva que nunca. Porque también hablan los gestores de la actual programación de los canales líderes y expertos que nos adelantan cómo va a ser la televisión del futuro…Y pisando el fin del milenio se decidió hacer memoria, balance y mirar hacia adelante…Estimado lector: disponga de las cámaras, porque estamos en el aire. Y disfrútelo…”. Leíste esto: espectacular. Nena, lo tengo en mis manos. Te lo voy a ir pasando todo, no sabés las fotos.
¿Querés saber cómo se lo afanamos? Resulta que es fanática de limpiar las hojas del jardín. Fuimos con la Indolfina y una amiga. Le hicimos creer que veíamos el patio bastante sucio, muchas hojas y todo ese verso. Salió desesperada con la escoba. Partió la Indolfina con ella y con la otra, la Idomenea, le trabamos la puerta. Ella vigilaba y yo revisaba todas las piezas. Porque no sabés como esconde todo. No encontraba nada. Quisieron entrar en la casa y la Idomenea se hacía la que no podía abrir. Y yo meta buscar…no aparecía nada. Podés creer que entre una enagua y un portaligas apareció la joya literaria. Me lo metí en el bolso y simulando que forcejeaba, abrí la puerta. Ni se avivó del choreo. Como es gran mentirosa, dijo que esa puerta siempre se trababa. Nos fuimos enseguida…dije que había quedado como conmocionada por el disgusto del encierro. Nos vinimos a casa y empezamos a hojear el libro. Divino. No sé si estaba feliz por la calidad del material o por haberle podido afanar de una buena vez.
Nena, seamos serios. No te enganches en pavadas, ni en rumores, ni en nada. Quedate en casa. No hay otra. Por favor. Ya vendrán tiempos mejores. Escuchá radio, mirá la televisión, hacé lo que te gusta. Pero vos tranquila.
Creo que a la señora de Juana Koslay la conozco, eso de las hojas, y de inventos como que la puerta se traba me es muy familiar!!! Que casualidad ! jajjajaj