Sábado 7 de agosto de 1920

Por primera vez en la historia de los Estados Unidos se ha elegido una municipalidad en la que no hay un solo hombre. Desde el alcalde hasta el último concejal, todas son mujeres.

El hecho ha ocurrido en Jackson, pequeña población a la que la agresividad temible de sus hombres había hecho una leyenda novelesca. Fue en otro tiempo, centro de asaltos y de robos de ganado, y refugio de los peores elementos del Oeste, al punto de que, hace 30 o 40 años, sus habitantes formaron una banda destinada a protegerse recíprocamente para la ejecución de sus comunes delitos.

El sexo fuerte de Jackson explica su derrota diciendo que la novedad de ser la primera ciudad de América regida únicamente por mujeres, es lo que ha determinado el resultado de las elecciones.

Pero los tiempos y los hombres cambian, y hoy Jackson se ha rendido al movimiento feminista y ha limpiado sus puestos de elementos masculinos.

El sexo fuerte de Jackson explica su derrota diciendo que la novedad de ser la primera ciudad de América regida únicamente por mujeres, es lo que ha determinado el resultado de las elecciones.

Pero el hecho es que sus mujeres los han vencido y que ellos no han podido sacar ni un solo modesto concejal.

Jackson es una ciudad diminuta de 300 habitantes. Quizá no hay otra en los Estados Unidos que esté más aislada de los ferrocarriles, y en general de todo tráfico. La más próxima estación de línea férrea está a 75 millas, y de noviembre a mayo los caminos para llegar a ella se ponen intransitables.

Por otro lado está rodeada por las altas montañas del borde sur del Yellowstone National Park, los habitantes renuncian al placer de viajar en los meses de invierno, pero no por esto están al margen del movimiento democrático, y acaban de probarlo con este récord original.