San Luis, Tertulias de la Aldea

HITOS EN EL MES DE LA PUNTANIDAD

Por José Villegas

Hito 2

 El Martirologio:

(…) El 23 de septiembre de 1812, por pedido expreso de José de San Martín, partían los primeros ciento doce (112) puntanos a incorporarse al recientemente creado Regimiento de Granaderos a Caballo, conducidos por el Capitán de milicias don Tomás Baras. El 10 de noviembre de ese mismo 1812, el capitán José Narciso Domínguez entrega a don José Matías Zapiola en el Cuartel General del Retiro, otros noventa y tres (93) voluntarios puntanos. Luego se incorporarían más, y más…hasta su bautismo de fuego (ya vendrían otros en tierras lejanas), en el Combate de San Lorenzo, en el que también hubo mártires puntanos.

Pero sigamos contando. Desde julio de 1810 se van sumando los puntanos a la causa de la Libertad. Castelli entregará a Balcarce y Güemes cincuenta (50) hombres del San Luis de la Punta para combatir en Suipacha, primera victoria de la Revolución en aquel glorioso 7 de noviembre de 1810. Luego, Blas de Videla conduce doscientos veinticinco (225) hombres a Buenos Aires en diciembre de 1810. En noviembre de 1811, parten cuatrocientos (400) más a engrosar las filas del Ejército del Norte conducidos por el Capitán Buenaventura Martínez.

Y, como el Libertador conocía muy bien ese heroísmo y pensando en el Perú, mandó en 1819 a sus oficiales a buscar novecientos (900) puntanos más para su embarque en el puerto de Valparaíso, hacia las costas peruanas. Los que, mientras llegaban -y después de llegados- pelearon fieramente.

Los puntanos también morderán el polvo de la derrota en Huaqui, aquel 20 de junio de 1811, hincharán sus corazones en las glorias de Tucumán (septiembre de 1812), y Salta (20 de febrero de 1813), para nuevamente ser derrotados en Vilcapugio aquel nefasto 1° de octubre de 1813, y ser parte de aquellos 500 muertos que quedaron en los campos de Ayohuma el 14 de noviembre del mismo año.

Así, unos meses después, Belgrano entrega el mando del Ejército del Norte al entonces Coronel José de San Martín. No obstante, éste tenía otros planes: dejar a Rondeau en el Norte y comenzar con la ejecución de su Plan Continental. Pero, para la ejecución de ese plan, el Gran Capitán necesitaba a los puntanos, y así fue que el heroico pueblo de San Luis acudió al llamado de la Patria naciente.

Entre 1814 y 1819, los hombres activos de entre 16 y 50 años de edad integraron el Ejército de Los Andes acudiendo desde todos los rincones de la provincia para dar la libertad a Chile. En los campos de Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú (contando también las escaramuzas), participaron dos mil ciento ochenta y cinco (2.185) heroicos hijos de esta tierra.

Episodio de la Batalla de Ayohuma (en quechua cabeza de muerto), contienda en el marco de la Guerra de Independencia de la Argentina, en la Campaña del Alto Perú.

Y, como el Libertador conocía muy bien ese heroísmo y pensando en el Perú, mandó en 1819 a sus oficiales a buscar novecientos (900) puntanos más para su embarque en el puerto de Valparaíso, hacia las costas peruanas. Los que, mientras llegaban -y después de llegados- pelearon fieramente.

Los que murieron y los pocos que volvieron, merecen la reivindicación que hoy les hacemos, y esta pretensión de hacerlos memoria presente en los corazones de los puntanos que tanto les debemos.

Difícil es sumar exactamente, pues hay registros de levas desaparecidas, partes extraviados, listados y actas extinguidas con sus portadores, hombres desaparecidos y muertos por toda la geografía Sudamericana desde Chacabuco a Ayacucho. Solo decir que, de una población total de 16.000 habitantes del San Luis de aquella época, los puntanos que nuestros historiadores calculan en el martirologio, fueron mucho más de cinco mil (5.000).

(Cuarta parte)