Expresiones de la Aldea, Notas Centrales

BITÁCORA DE PANDEMIA


Hojear sin juzgar el cuaderno de bitácora de viaje en esta pandemia en el que diferentes y distantes personas escriben reflexiones y sentires de esta historia

La Opinión/ La Voz del Sud

En esta oportunidad nos asomamos a la Bitácora de Silvana Pereyra, ella es fonoaudióloga y trabaja en la Escuela Especial de Mina Clavero, Córdoba:

¿Qué estás pensando? te pregunta Facebook… jajá, yo más bien recuerdo…era 2 de marzo y empezaba, como cada año junto a mis compañeros de trabajo, a organizar, planificar, cómo sería el año escolar en las  aulas de nuestra querida escuela, (qué acuerdos didácticos y de convivencia haríamos, qué objetivos, hacíamos puesta en común del porqué de los contenidos, pensábamos cómo alojaríamos a cada uno de nuestros estudiantes)… y sí, fue un viernes, nos fuimos a casa con mil cosas en la cabeza para preparar para el lunes…

Domingo 15 de marzo, Cadena Nacional. El presidente Alberto Fernández informa la situación del país y del mundo, y las palabras empiezan a resonar en la mente…aislamiento social, confinamiento, pandemia. Covid-19, cuarentena, distancia, infección, contagio, encierro por los primeros 15 días y “evaluamos”.

Lunes 16 de marzo, primera reunión virtual de equipo escolar: preguntas, miles…certezas, ninguna. Sólo sabíamos que debíamos pensar un dispositivo para sostener el proceso de enseñanza- aprendizaje por 15 días…

El escenario cambiaba, de las aulas a la casa de cada estudiante y a sus familias que serían el nexo entre nosotros docentes y las niñas, niños y jóvenes.

Las dudas y las barreras se hicieron presentes: ¿cómo haremos?  discapacidad en aislamiento y pandemia, algunos padres y madres que son también personas con discapacidad, o con niveles de alfabetización limitada, sin conectividad asegurada en muchas de las familias, nivel socio-económico muy pobre en la mayoría y más, muchas más complejidades que sentíamos difíciles de abarcar en este primer impulso…

De lo negativo o lo dificultoso podría seguir recordando, pero si hay algo en mí, y que se fortaleció más en este tiempo, es que siempre trato de encontrar lo positivo en cada situación, y a eso me aferro…

Entonces, eso es lo que quiero rescatar. 9 meses después siento que no sólo sostuvimos el vínculo entre estudiantes y la escuela como pensábamos aquel 16 de marzo, sino que nos convertimos en artesanos de esta nueva escuela.

Logramos atravesar las pantallas, pudimos, en ensayos y errores, modificar aquel escenario tan gris de los primeros días, a uno donde el deseo, el trabajo en equipo, en red, que contagiase a otros, pero de cosas buenas, prevaleciera. Fue así que aparecieron en escena municipios, comunas de la zona que aportaban recursos tecnológicos, materiales, recursos humanos, como es el ejemplo de los trabajadores sociales que acompañaron nuestros procesos.

También dijeron presente vecinos solidarios que compartían internet, transportistas que llevaban las tareas para quienes no tenían conectividad y tantos otros. Nuestro propósito estaba logrado, que la mayoría de los estudiantes estuvieran vinculados con la escuela, y aprendiendo en este difícil tiempo.

Nos permitimos no saber…reflexionar y resurgir…

Tiramos burbujas al aire en cada videollamada, mensajes, videítos y todos los actores: escuela, familia y comunidad hicimos lo posible y más para que no cayeran, cada gesto fue tan valioso.

Recuperamos el placer de enseñar y aprender a través de una experiencia desconocida, entre todos logramos recrear el tiempo para el aprendizaje.

Mientras escribo me pregunto… ¿es soberbio mi decir? y la verdad no sé, obviamente no todo fue color de rosa, y sí, hubo días de angustia, miedo, cansancio. Días en los que sentíamos que caíamos al vacío, como cuando se escuchaba por ahí que los docentes estábamos de vacaciones o que el año estaba perdido, o cuando un papá o una mamá nos decía: “seño no tengo ni para comer, por eso no cargo datos al celu”.

Pero estoy convencida que si algo nos tiene que dejar este momento es que el derecho a la educación de nuestras niñas, niños y jóvenes debe estar garantizado ¡¡¡por todos!!!, y que mientras haya un otro que esté disponible, que se pregunte, que sienta, que mire, que aloje, todo es posible, no importa el espacio o lugar…Eso lo comprobamos este año desde casa.