Expresiones de la Aldea, San Luis

DESVENTURAS EN EL USO DE BARBIJOS Y OTRAS DESVENTURAS

Escuchame un poquito… esto de la pandemia es muy serio, y pasan muchas cosas muy graves. Pero también hay cada paparruchada. Dios mío. Ahora el tema del saludo. Había entrado la fiebre del beso, el abrazo, los apretones de mano, y demás. Bueno con el virus este se fue todo al tacho. Y ahora resulta que nadie sabe exactamente cómo rábano saludar al prójimo.

Está el famosísimo choque de codos, que la verdad a mí mucho no me parece, queda medio aparatoso, qué se yo. Después algunos chocan el puñete, no sé. Por supuesto que están los que se siguen dando la mano, y que sin perder mucho tiempo de estampan un beso, como en los mejores tiempos.

No faltan las pasmadas que te dicen “hola, ay…no sé cómo saludar…” y empiezan a mover la mano tipo chau, o a tirar unos besos bastante desabridos.

Nada de esto impide que subsistan los maleducados de siempre que no saludan de ninguna forma. La que está muy preocupada es la Deborita, una chica bien desabrida y bastante repelente, le dicen “lija”, por áspera y desagradable.

Resulta que la tipa está muy preocupada, porque ella quiere que se note que no quiere saludar, incluso que su saludo hay que ganarlo y es bien selectivo…a unas sí, a otras no. Y esta situación coyuntural impide que se note la diferencia.

La cuestión le preocupa bastante, a tal punto que a más de una le aclaró expresamente que no la piensa saludar pero que no es culpa del virus, es porque la detesta profundamente.

Otras que están en problemas son las que saludan con la sonrisa. El nunca bien ponderado tapabocas impide apreciar el gesto, entonces ellas creen lucir muy amables y sonrientes, y nadie a su alrededor se da por enterado.

La Julianita pagó una fortuna todo el juego de comedor nuevo, lo pagó taca-taca y la mutual no le cubrió un centavo, porque se lo hizo todo especial de porcelana y otras cosas carísimas.

Además, se taponó todos los agujeros con implantes y eso. Resulta que con el barbijo no se le nota ni medio. Está desesperada y en más de una oportunidad le prohíben entrar a la peluquería porque se hace la desprevenida para lucir la reciente adquisición.

No es criterio. Yo conozco varias que se hicieron las lolas nuevas, pagaron todas las cuotas y todo, y no por eso andan como Dios las trajo al mundo, exhibiéndose por la calle. Le dije: Julianita te ponés el tapaboca y te dejás de embromar.

Por las dudas, saludos a todas las que no puedo saludar con las fórmulas de rigor. Igual yo mucho a la calle no salgo. Hablando de tapabocas, viste que hay de distintos materiales, texturas, formatos, colores. De papel, de tela, de otros materiales raros. Con dibujos de Boca, de River, de la Selección Nacional, de Colón de Santa Fe, de Juventud, de Estudiantes, del perro Pluto y del Tío Rico.

Muchas propagandas de negocios y cosas raras. En cualquier caso, pueden lavarlo, que más de uno se ve bastante baqueteado. Un poco de agua y jabón no se le niega a nadie. O sea, además de las manos, pueden lavar el barbijo.

Che, buenísimo que salió la Ley de Paridad. Listo. “Mujeres cabeza de lista” en el 2021 y en el 2023. Vamos por todo. Es una alegría inmensa. Una medida justa y más que necesaria. Beso grande a la querida Tona, a mi gran amiga Susanita Torres, a la Senadora Eugenia y a todos, todas, y todes por tanta lucha. Por supuesto una particular salutación a la Excelentísima Señora Directora de esta ilustre publicación. (Sí, tenés razón: bien chupamedias nena, la cosa está muy difícil y hay que quedar bien con la superioridad. Nunca se sabe mijita).   

Nena, no me aflojes con las fiestas, el shingonbell, las campanitas, Papá Noel, los Reyes Magos, los turrones, la sidra, la ensalada rusa, y todo eso. Ya voy a empezar con las recetas, aunque sean para menos gente, algo vamos a preparar. A no aflojarle. Lucecitas y todo eso. ¡Arriba los corazones!

Cierro con una preocupación que me surgió últimamente observando algunos comentarios. Nena, vos que completaste el secundario, decime la verdad: ¿vos sabés cuál es la flor nacional?