Expresiones de la Aldea, San Luis

Verdugos del viento

Por Héctor José Peñaloza (*)

«Debo desafiar los límites del viento», dijo el humano que me llevó a la vida, que luego en una confesión por escrito diría que esta es la trama en la cual el alquimista juega a ser creador, como una deidad ajena a los dogmas conocidos.

En un mundo sin escrúpulos la mayor utopía es parir la bestialidad más sensible desde la entraña humana.

Enfrentar la furia del viento desde la quijotesca convicción de que los monstruos revisten de belleza.

Maderas viento, playa, vida, sinergia, alfa y omega.

Él y yo, somos verdugos para el ojo humano, pero en realidad nos teme el mayor destructor de lo creado.

La paradoja que me alberga es haber despertado a la vida a través de las manos de un guerrero, es sentir más allá de todo lo conocido, donde mi ser recorre las catacumbas del sufrimiento.

Soy el maridaje de savia humana y la suma de las bocanadas del feroz viento.

Mis estructuras se arrastran contra su voluntad, me resquebrajo ante la opresión y la soledad, llegaré a la noche postrera hecha astillas, seré un puñado de aserrín sobrevolando el firmamento, confundiéndome con quién acabó mi existencia.

Michael Sendivogius fue un alquimista polaco y diplomático
que vivió una vida fascinante entre los siglos XVI y XVII.

(*) Soy Héctor José Peñaloza, nací en la ciudad de San Luis el sábado 26 de noviembre de 1983. A los 16 años comencé a escribir poesía, primero de manera lúdica y luego fue mi manera de canalizar mis emociones. En 2012 edité de manera artesanal «Matices» un poemario que recopila textos escritos en mi adolescencia.

En 2019 mi cuento «El tiempo de Intempia» formó parte de COLIPUCIFA, antología de ciencia ficción y fantasía vía la editorial Caminos de tinta. SILENCIOSO INCURABLE, leal, sincero al extremo y cascarrabias. Un café, una larga charla y un buen vino son mis excusas para sentir y escribir.