Expresiones de la Aldea, Notas Centrales, Raquel Weinstock, San Luis

LA ENTREGA Y EL CORAJE

Por Raquel Weinstock (*)

Es bueno saber que hay gente, que no se entrega, aun cuando le roban la esperanza, esas esperanzas pequeñitas que hacen a la construcción de cada día, y a las otras, más fuertes e importantes.

A los que no, sin esfuerzo vuelven a armarse, sin la letanía inútil de quedarse en la queja permanente de una historia que por repetida abruma, y también enoja porque buscan la salida a través de, y nunca a partir de, erguirse, sólidos, aunque con raspones.

Como si alguien nos hubiera prometido que la vida es justa con los justos, precisa, y se puede calcular la extensión de los aciertos y prever los sinsabores. O regirse por un calendario dibujado, inexistente.

Y nos alejamos de los tiempos interiores donde a veces resurgimos o morimos para seguir vivos, sin sentirnos, sin tocarnos, mirando sin mirada, sin vibrar en los otros, sin pensar que a los otros también le faltan cosas que les robaron o dejamos que se las llevaran. Y no nos hacemos cargo.

Cuando, vivir sin coraje, no sirve, agota y lastima. A uno y a los otros. Inermes.

Esperando, la ayuda o el desprecio de los otros, sólo por no comprender que la vida, es un comienzo cada día, donde se gana y también se pierde.  Saber que hay pérdidas de las que somos responsables, y otras que no por desprevenidos nos asaltan.

Aquellas, que no se combaten con armas. Pero nos dejan huecos en el alma sin derramar sangre.

Pintura de Sarina Diakos.

(*) Publicada en La Opinión y La Voz del Sud el sábado 26 de enero de 2013. Hoy este texto es parte de un homenaje a su obra por el aniversario de su fallecimiento- La serie seleccionada se llama: Siete Veces Raquel.