BITÁCORA DE PANDEMIA
Hojear sin juzgar el cuaderno de bitácora de viaje en esta pandemia en el que diferentes y distantes personas escriben reflexiones y sentires de esta historia
La Opinión/ La Voz del Sud
Nos asomamos al cuaderno de viaje en pandemia de Lara Gatica, ciudadana de San Luis Capital, recibida de Profesora Universitaria En Letras:
Cuando las circunstancias abruptas generaron que mi viaje fenezca anticipadamente, me encontré varada en Perú con mi hermana. Múltiples preguntas surgieron en mí ante la incertidumbre generalizada sobre qué iba a pasar ¿Cuál decisión es la mejor? ¿Cómo nos mantenemos en este contexto, en otro país? ¿Cómo hacemos para volver? Más allá de las respuestas que podían presentarse, el deseo seguía siendo uno solo: volver a casa.
Lejos de los vínculos afectivos que hubieran podido darnos una mano, la situación se presentaba más extrema. La calidez, el techo, la comida, nos la dieron personas que no sabían nada de nosotras, que desconocían todo, menos el hecho de que lo que estábamos pasando se constituía como una situación compleja y de vulnerabilidad. Y una vez más, como dice Pato Fontanet: “a la gente solo la ayuda la gente”.
Si tuviera que retroceder el tiempo y volver a enero del 2020, y preguntarme qué me imaginaba que podía pasar en el viaje, nunca mi respuesta hubiera sido una pandemia mundial. Creo que ser conscientes de que muchas veces las situaciones que se presentan escapan de nuestras manos, nos hace más humanos.
Si observo desde el ahora la pandemia, creo que actualmente se despliegan nuevas narrativas y formas de pensar.
Acostumbrados a la rapidez del mundo, a proyectar futuros lejanos, esta pandemia nos puso un freno para acortar distancias, para pensar en futuros más cercanos y para no hacer afirmaciones taxativas de lo que va a suceder.
Es así que se nos presenta una nueva experiencia en relación al tiempo y se vuelve necesario no romantizar el pasado (prepandemia) y tampoco el futuro (pospandemia).
Considero, como menciona Darío Sztajnszrajber, que la pandemia hizo colapsar ciertas estructuras y que nos exige pensar de otra manera. Esto nos invita a reflexionar y a pensar en los cambios en las formas en que veníamos viviendo.
Centro la atención en las formas, porque lo sustancial sigue presente, los vínculos humanos permanecen aunque la distancia sea física, como así también las problemáticas económicas y la diferenciación entre clases, solamente que ahora frente a un nuevo contexto. Nos invita, de esta forma, a problematizar la realidad.
“La pandemia nos hizo repensarnos”- menciona Darío, y creo que el tiempo restante en la situación de encierro que vivimos nos llevó a repensar nuestras vidas, nuestro entorno y reflexionar en torno a la figura del otro. Considero que este es un acto necesario para encontrar respuestas frente a lo que nos aqueja hoy en día.