La Aldea y el Mundo, Notas Centrales

Yo si te creo, Cuba

Feministas cubanas también se movilizan para demandar derechos igualitarios y el fin de la violencia. Entrevista con algunas de sus representantes

Por Majo Corvalán

Cuba, la tierra de la revolución, el país que mantiene paridad en sus órganos legislativos aún sin necesidad de la ley de cupos para que puedan acceder las mujeres, también tiene deudas con este sector.

A principios de 2020 las cubanas enviaron una solicitada a la Asamblea Nacional del Poder Popular para exigir una Ley Integral contra la Violencia de Género en Cuba. Tal como se denuncia en tantos otros países, en Cuba también la violencia machista parece ser un problema de mujeres, en vez de un problema social que afecta a las mujeres, y tiene poca atención del Estado y la justicia.

Argentina en comparación, tiene una ley ejemplar sancionada en el 2003, la ley 26.485 de prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres pero que, como suele pasar con muchas normativas, se conoce poco y se aplica menos.

En Cuba hay un poco más de 11 millones de personas, en 2016 hubo 50 femicidios y en este año ya hubo 11. Pero según el mapa Latinoamericano y del Caribe es un índice no tan alto en comparación con otros territorios en donde nos masacran a diario. “Yo si te creo Cuba” nuclea a mujeres cubanas que son feministas y que se organizaron para visibilizar la realidad, brindar apoyo en medio de la crisis sanitaria mundial y lograr entregar información a través de las redes sociales. Además, coordinan el observatorio de femicidios y llevan adelante campañas en contra del matrimonio infantil y en lucha por la apertura de casas de medio camino https://www.yositecreoencuba.org/campanas . Gracias a esta y otras organizaciones feministas que actúan en alianza consiguieron que unos pocos medios de comunicación publicaran el recrudecimiento de la violencia contra las mujeres en situación de aislamiento.https://www.tremendanota.com/el-abuso-domestico-en-cuba-una-pandemia-dentro-de-la-pandemia/ 

En una entrevista exclusiva de sus integrantes con La Opinión y La Voz del Sud, hablamos de sus proyectos, objetivos y la criminalización del feminismo activista en Cuba.

– ¿Cómo nace el movimiento #yositecreo en Cuba?

-En Cuba, hablamos más bien de plataforma YSTC que de movimiento, dado el limitado alcance por la criminalización desde el Estado hacia el activismo independiente. Incluso en el país no existe como tal un movimiento feminista por esa misma causa, aunque existan mujeres que se declaren feministas y hasta algunos proyectos.

La Plataforma Yo Sí Te Creo en Cuba es una iniciativa feminista que retoma la frase “Hermana, yo sí te creo” usada con anterioridad para mostrar apoyo y brindar acompañamiento a mujeres víctimas de la violencia machista.

– ¿Y cómo fue ese primer día?

-En junio de 2019 seis feministas cubanas acordamos trabajar conjuntamente en el apoyo de un caso de violencia machista (se refiere a la cantante Dianelys Alfonso, Diosa de Cuba) que, a tono de lo que, sucedido en otros países por esa fecha, se hizo público a través de las redes sociales. A partir de ahí, establecimos dinámicas colaborativas de trabajo entre nosotras y con profesionales que participan como colaboradoras.

– ¿Qué tipo de acciones realizan?

-Con el tiempo, el proyecto ha ido creciendo y tomando acciones pioneras en el país como una Línea de Ayuda a mujeres víctimas de violencia durante la pandemia por el COVID-19.

Tenemos varios objetivos como: realizar acompañamiento legal y psicológico a personas en situación de violencia machista, en cualquiera de sus manifestaciones, orientación para el uso de los pocos servicios disponibles en el país y facilitar otras ayudas.

Contribuir con la formación en violencia de género de profesionales de las ciencias jurídicas, la psicología y otras interesadas en aprender cómo acompañar. Sensibilizar ante la violencia de género en Cuba a grupos amplios. Capacitar a profesionales de la comunicación mediante la elaboración y gestión de información actualizada al respecto.

Realizar un registro verificado y dar seguimiento a los casos de feminicidio reportados a través de las redes sociales, medios de comunicación o por redes personales.

– ¿Cómo se organizan internamente?

-Trabajamos en una estructura organizativa en red, que funciona de forma horizontal, descentralizada y por acuerdos en colectivo.

Las acciones principales que realizamos se concentran en algunos ejes: La línea de apoyo a personas afectadas por la violencia de género, donde damos orientación, acompañamiento, consejería legal y ayuda psicológica. Las redes sociales, donde comunicamos y sensibilizamos sobre el problema. La incidencia política y el Observatorio de Feminicidios en Cuba.

– ¿Cómo impacta todo esto en la sociedad cubana?

-Nuestro impacto es a nivel de país, y lo más palpable ahora mismo son los resultados de la Línea de apoyo. La plataforma ha apoyado, desde su fundación hasta el 8 de septiembre de 2021, a 112 mujeres, lo que se extiende en beneficios indirectos a demás familiares y personas allegadas a las víctimas.

Hemos recibido solicitudes de apoyo de mujeres entre los 20 y 65 años de edad, las cuales provienen de las provincias cubanas de Pinar del Río, La Habana, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Santi Spíritus, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo, es decir, llegamos a 13 de los 15 territorios del país. Hemos acompañado a extranjeras residentes en el país y cubanas emigradas que han pedido ayuda.

– ¿Cuáles son las violencias más denunciadas y que tipo de respuesta brinda el Estado?

Los tipos de maltrato que afectan a las mujeres que acuden a la Línea van desde la violencia física, psicológica, sexual, patrimonial hasta la violencia política con sesgo de género.

Las leyes vigentes en Cuba apenas reconocen la especificidad de la violencia machista por lo que la legislación y las instituciones del sistema jurídico no responden a las necesidades de las víctimas y se convierten en agentes de revictimización.

Se han reportado algunos avances desde 2019, debido en parte al empuje del activismo independiente, pero todavía no hay cambios que garanticen acceso a la justicia como modificaciones de leyes vigentes, protocolos específicos o servicios especializados en unidades policiales, refugios para mujeres afectadas y sus víctimas, atención específica en la asistencia social, etc.

Varios de estos puntos mencionados pudieran estar en el decreto presidencial de este año que contiene el Programa de Adelanto de la Mujer, o en el cronograma legislativo del parlamento, pero lo que es público resulta muy general y sin fechas específicas para cumplirse. Esta lentitud resulta bastante contraproducente con un país que tiene estudios de género y de violencia de género desde hace casi 30 años.

– ¿Entonces, ante la falta de respuestas, ustedes hacen incidencia?

-Para hacer incidencia nos hemos articulado con otras iniciativas como 11M y medios independientes. También nos hemos articulado con movimientos, sobre todo de América Latina.

En 2019, Cuba ofreció un informe nacional a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde publicaba una tasa de feminicidios de 0.99 por cada 100 mil habitantes de la población de mujeres de 15 años o más en 2016, lo que da un total de 47 feminicidios. A partir de las cifras, la investigadora cubana y experta en género, Ailynn Santanas, publicó un artículo donde hacía referencia que, en ese mismo año, el Anuario Estadístico de Salud, afirmaba que 121 mujeres murieron a causa de agresiones. Por tanto, en 2016, el 39% de las muertes de mujeres a causa de agresiones fueron feminicidios perpetrados por parejas o ex parejas. Si bien la tasa cubana es inferior a la latinoamericana (1.6 en 2017), la proporción respecto a los asesinatos totales de mujeres por agresiones es superior. En 2017 el 34,48% de los asesinatos de mujeres en todo el mundo fueron cometidos por sus parejas o ex parejas.

Además de la violencia física, también incrementaron otras violencias. Un grupo de psicólogos y psicólogas en la provincia de Pinar del Río creó a finales de mayo una Consultoría Psicológica on-line para develar los vínculos entre la violencia de género hacia la mujer y la actual pandemia. El 31.8 % de las encuestadas respondieron haber sido víctima de algún tipo de violencia durante el confinamiento.