La Aldea y el Mundo, Notas Centrales

Kurt Vonnegut: Si al leerlo sientes que te pellizcan, es la ironía

Todo esto sucedió, más o menos. De todas formas, los partes de guerra son bastante más fieles a la realidad”.

Comienzo de Matadero 5.

Por Gastón Machado

La ciudad alemana de Dresde, previo a la Segunda Guerra Mundial fue conocida como la “Florencia del Elba”. Para el año 1945 se encontraba ensartada en el corazón de la Alemania nazi. Su ferrocarril y su zona industrial al suministrar pertrechos al ejército del Reich en el frente ruso la llevará a ser etiquetada como un “objetivo militar legítimo”.

Entre las 10 de la noche del 13 de febrero y la 1 de la madrugada del 14 de febrero de 1945 la fuerza aérea aliada, como ya venía haciendo con otras ciudades alemanas, lleva a Dresde 800 aviones y lanza sobre la ciudad 1800 toneladas de bombas y material incendiario, que convirtió el aire de la ciudad en un mar de fuego, derritiendo el cemento y reduciéndola a cenizas.

Los resultados del ataque, según informes estadounidenses presentados en el año 1953, dicen que se destruyó el 23% de los edificios que contienen industrias y por lo menos un 50% de las zonas de residencias. Algunos investigadores de la historia cuestionan la intensidad y la intencionalidad con la que fueron realizados tan feroces ataques y tratan el horror que vivieron los ciudadanos de Dresde como la obertura para lo que vendría seis meses más tarde: Hiroshima y Nagasaki. Así fue.

Kurt Vonnegut nació en la ciudad estadounidense de Indianápolis en 1922 y estudió en la Universidad de Cornell hasta 1942, fecha en la que se alistó en el ejército. Para la noche del 13 de febrero de 1945 se encontraba prisionero del ejército alemán y encarcelado en la ciudad de Dresde.

Allí vivió el espanto que provocó el bombardeo realizado por el ejército de su país. Fue testigo de “un paisaje lunar” en donde los escombros de los refugios se convirtieron en sepultura para los ciudadanos de Dresde, y testimonia sobre los días siguientes en que ardían las pirámides de cadáveres para evitar la propagación de infecciones. Esta fue la pesadilla que lo inspiró para escribir “Matadero 5. La cruzada de los niños”.

Esta novela con elementos de la ciencia ficción, cargada de sátira social y calificada por el autor como una “novela esquizofrénica”, está considerada como uno de los principales alegatos antibelicistas. Alejada de los discursos épicos con los que se suele relatar las historias de guerra, la mirada de Vonnegut se ubica con la distancia suficiente para darle un tono satírico al relato, en donde al lector le aborda una sonrisa socarrona al enfrentarse con las peores atrocidades de la guerra.

Aunque el subtítulo, “Cruzada de los niños”, tiene su referencia histórica, en este caso nace de una promesa que hace Vonnegut, en una visita a Mary O´Hare y a quién le dedica el libro. Mary le solicitó que no glorificara la guerra y Kurt le dio su palabra de honor que no habría lugar para John Wayne en su novela, y que la titularía “La cruzada de los niños”. Ya desde el subtítulo se presenta una crítica a la Segunda Guerra Mundial que, según sus palabras, fue llevada adelante, sobre todo en la última parte, “por niños que fueron sacados del regazo de sus madres”.

“Se fue a la salita balanceando la botella como si fuera una campana, se sentó en una butaca y puso en marcha el televisor. Entonces, tras haberse aislado ligeramente del tiempo, vio la última película, primero al revés, de fin a principio (…) La formación volaba de espaldas hacia una ciudad alemana que era presa de las llamas. Cuando llegaron, los bombarderos abrieron sus portillones y merced a un milagroso magnetismo redujeron el fuego, concentrándolo en unos cilindros de acero que aspiraron hasta hacerlos entrar en sus entrañas. Los containers fueron almacenados con todo cuidado en hileras. (…) Cuando los bombarderos volvieron a sus bases, los cilindros de acero fueron sacados de sus estuches y devueltos en barcos a los Estados Unidos de América. Allí las fábricas funcionaban de día y de noche extrayendo el peligroso contenido de los recipientes. Lo conmovedor de la escena era que el trabajo lo realizaban, en su mayor parte, mujeres. Los minerales peligrosos eran enviados a especialistas que se encontraban en regiones lejanas. Su tarea consistía en enterrarlos y esconderlos bien para que así no volvieran a hacer daño a nadie.”
Cap 4, Matadero 5, Kurt Vonnegut

“Matadero 5. La cruzada de los niños” en sus primeras páginas nos pone en la piel de un exsoldado de la Segunda Guerra Mundial, quien tiene pretensiones de ser escritor. Luego nos llevará a los brincos entre una novela antibelicista y testimonial, a una de ciencia ficción en donde nos contará la historia del fortuito viajero en el tiempo Billy Pilgrim, para quien el tiempo no es lineal.

Este personaje puede saltar azarosamente a cualquier momento de su vida, porque él existe en todos los puntos de su pasado, presente y futuro al mismo tiempo.

En algún punto de la vida de Pilgrim, que casualmente significa peregrino, vive en un pueblo pequeño, es optometrista, y está casado con Valencia la hija de un millonario a la que no ama; tiene dos hijos, Bárbara y Robert; en otro momento de su vida, al igual que el autor, estuvo en el bombardeo a la ciudad de Dresde y los dos se salvan porque se protegieron con las estructuras de un matadero convertido en prisión por los alemanes, de aquí el título de la obra. Con esta intertextualidad Vonnegut empapa de realismo la narración.

En otro punto de la vida de Billy, los “tralfamadorianos” lo raptan y lo exhiben como animal de feria, junto con una estrella de Hollywood, en una especie de zoo, para que los seres del planeta “Trafalmador” aprendan sobre los humanos. En otro momento, Billy Pilgrim, muere. En otro, nace.

Los tralfamadorianos, según Billy, pueden ver el pasado, el presente y el futuro al mismo tiempo. Viven el tiempo como un continuo y no entienden la idea lineal de tiempo. Billy al aprender el concepto de tiempo que tienen los tralfamadorianos, a su carácter indiferente y desapasionado, le sumará una mirada fatalista, ya que al estar presente en todos los momentos de su vida sabe que cada cosa que ha hecho y ha dejado de hacer lo ha llevado hasta ese punto. Sintiéndose condenado a repetir una y otra vez la historia de un hombre patético.


“- Eso me suena como si ustedes no creyeran en el libre albedrío-le dice Billy Pilgrim a los trafalmodorianos.
– Sino hubiese pasado tanto tiempo estudiando a los terrícolas- explicó el trafalmadoriano- no tendría ni idea de lo que significa libre albedrío. He visitado 31 planetas habitados en el universo y he estudiado informes de otros 100, solo en la tierra se habla del libre albedrío”.

Cap 4 “Matadero 5, Kurt Vonnegut”

En “Matadero 5” también tienen su participación estelar aquellos personajes recurrentes en la trayectoria del escritor estadounidense. Al lector se le presentarán los tralfamadorianos, quienes aparecen por primera vez en “Las sirenas de Titán” (1959), o el Sr. Rosewater, que tiene su propia publicación en “Dios le bendiga, Sr. Rosewater” (1964).

Rosewater se relacionará con Billy Pilgrim mientras están internados a causa del estrés postraumático como resultado de la guerra. Y éste, a su vez, será el que lo inicie en las novelas de ciencia ficción del escritor Kilgore Trout, alter ego de Kurt Vonnegut, cuyas historias se suelen entrelazar con la trama principal de la narración.

Estos personajes, entre otros, son los encargados, a veces en primera persona, a veces como personajes secundarios, de temas tangenciales y de preguntas fundamentales para la estructura del universo Vonnegut.


“Billy Pilgrim asegura que para las criaturas de Trafalmador el universo no tiene la apariencia de pequeñas manchas luminosas. Esas criaturas pueden ver cada estrella donde ha estado, donde está y donde estará, así pues, para ellos el cielo es un enorme plato de espaguetis luminosos”

Cap 5 “Matadero 5, Kurt Vonnegut”
 

En el tumultuoso año de 1969, entre otras cosas: el hombre llegó a la luna, se produce la intervención del ejército británico en Irlanda del Norte, España devuelve Marruecos, Estados Unidos está inmerso en la Guerra Fría y con la opinión pública dividida por la guerra de Vietnam.

En este contexto, Kurt Vonnegut publica “Matadero 5. La cruzada de los niños”, su sexta novela con una narrativa fragmentaria, no lineal, pacifista y que por momentos se vuelve absurda. La novela lo colocará en la corriente contra cultural estadounidense y lo transformará en un ícono de la vanguardia liberal en la década del 70, pero también, le dará la experiencia de la censura y la quema de su libro en la vía pública, situación que lo acompañó a lo largo de su vida…Así fue.

La mirada desesperanzada hacia occidente, y en particular a la sociedad estadounidense, el salto a las normas que hacen a los géneros literarios, el sarcasmo, la ironía y el compromiso con su época, pero fundamentalmente su mensaje antibelicista, son las características del sello Vonnegut. Mensaje que se rastrea desde “Madre noche” (1962), hasta su último libro, un ensayo llamado “Hombre sin patria” (2007), pasando por “La cuna del gato” (1963), novela nacida de la crisis espiritual que vivió la juventud en la década del 60 y que carga con el legado del apocalipsis atómico.

En esta historia el personaje principal, Jonás; se pregunta ¿qué estaban haciendo, los norteamericanos más destacados, el día que se arrojó la bomba sobre Hiroshima? En la búsqueda del Dr. Hoenikker, el «padre de la bomba atómica», el lector aterrizará en la más irónica y pobre isla del mar Caribe, San Lorenzo. A partir de allí, Vonnegut, demostrará que aquello que debería verse como un absurdo, se ve muy cercano.

“Mira, Sam, si este libro es tan corto, confuso y discutible, es porque no hay nada inteligente que decir sobre una matanza. Después de una carnicería sólo queda gente muerta que nada dice ni nada desea; todo queda silencioso para siempre. Solamente los pájaros cantan. ¿Y qué dicen los pájaros? Todo lo que se puede decir sobre una matanza; algo así como ¿Pío-pío-pi?”

Cap 1“Matadero 5, Kurt Vonnegut

En “Matadero 5” el lector se encontrará con una técnica de escritura novedosa, cuando al ser narrada se hace en base de intervalos del pasado, del presente, y el futuro e hilvanándolos de forma no lineal. Esta es la manera que encuentra Vonnegut para contar sobre el dolor de Billy incapaz de compatibilizar los tiempos de la guerra con los tiempos de paz.

Con un humor corrosivo y una prosa directa supo aprovechar la ciencia ficción como instrumento para examinar y criticar la sociedad de su tiempo. De forma didáctica, inteligente, lúcida, con una mirada satírica y nihilista obliga al lector a reconstruir el texto en su mente ubicándolo en el centro del bucle de la eterna, necia y cruel historia de la humanidad, para así poder verse reflejado desde la razón crítica.

Kurt Vonnegut, descendiente de inmigrantes alemanes falleció en Nueva York en el año 2007, a los 84 años, por complicaciones de un accidente doméstico. Así son las cosas.

La Ciudad de Dresde fue prácticamente arrasada por el bombardeo angloestadounidense en el que murieron 25.000 personas.