Soy Gabriela Mónica Tilve, nací el 13 de julio de 1969 en Buenos Aires. Me crie en Haedo, donde estuve con mi familia hasta los trece años, luego nos fuimos a vivir a la provincia de Corrientes donde formé mi familia, tengo dos hijos que ya son adultos, de quienes me siento muy orgullosa. Hace cinco años y medio que vivo en San Luis. Aquí conocí a Manuel, que es mi pareja, San Luis me conquistó, no solo desde el amor sino desde la calidez de la gente. A Manuel lo conocí por una profesora amiga en común, una historia muy bonita, hoy las redes sociales nos permiten contactarnos a la distancia, hasta que nos vimos en persona cuando él viajó hasta Corrientes, allí surgió la propuesta de venirme, y acá estoy, enamorada de mi pareja y de San Luis. Lo que más me gustó fue la gente, muy sana, la paz social, el respeto por el otro, me llamó la atención la palabra “madre” es como un cariño, no se escucha en otros lugares. Esa calidez la sentí, la siento con los artesanos, con la gente cotidianamente cuando uno muestra en las ferias su producto, cómo lo valoran y elogian, eso es muy lindo, la calidez de la gente es muy importante por lo menos en la actividad que ahora estoy haciendo.

En la artesanía me destaco en todo lo que es madera, mi emprendimiento desde hace diez años se llama “Gabrielle Design, Arte Creativo”, la intervengo de una forma creativa, desde cajas de té, bandejas, hago mis propios objetos de diseño y les aplico muchas técnicas.

Soy también maestra jardinera, que no ejerzo pero doy talleres de lo que hago enseñando técnicas para aplicar, no solo a personas que quieren aprender por primera vez, sino también emprendedores que quieren mejorar su producción. Me encanta poder ayudarlos. Surgió en el Parque de Las Naciones, a través del Ministerio de Producción, después Villa Mercedes y Merlo llevando nuestras producciones, fuimos haciéndonos conocidos, entregando tarjetas, el boca en boca de lo que uno hace, ofreciendo los talleres para capacitar. Este emprendimiento lo comencé en Corrientes y en San Luis se afianzó y pude mostrarlo a través de las ferias que es el único medio que a mí me abrió las puertas para mostrar mis productos.

Tuvimos dos años de pandemia que fueron difíciles, me tuve que hacer amiga de la tecnología, aprender todo de las aplicaciones, subir historias, aprender palabras nuevas, subir fotos, editarlas, hacer publicidad. Pudimos salir otra vez adelante, volvimos con el Mercado de Arte, Diseño y Artesanía, a fines del 2020, fue maravilloso volver después de tanto tiempo. Siento ese reconocimiento de la gente y la respuesta en las redes sobre mis productos, lo que es un elogio para mí, agradezco a Silvia Rapisarda, Secretaria de Cultura, y a Martín Baigorria, a cargo de Mada.

Soy maestra jardinera, donde se trabaja con manualidades, mi madre trabajaba no solamente cosas artesanales, enseñándonos en la casa de cómo transformar algo viejo en algo nuevo, hoy se dice reciclado, esa enseñanza continua de mostrarnos cómo podíamos desarrollarnos con nuestra propia creatividad e ingenio. Me fui perfeccionando, capacitando con profesoras particulares, aprendiendo y generando nuevos productos, diseños, nuevas pinturas, acuarelas, barnices, técnicas, hago mis propios diseños, mis propias formas de reciclado, de restauración. Me gustan las cajas de té, bandejas o todo lo que pueda transformar en una madera, o algún objeto como un balde de plástico y transformarlo en algo bello como una maceta, un mueble, es hermoso, cuando la gente que lo ve es un mimo a mi alma.

Mi familia está compuesta por mi pareja, Manuel Domingo Ibáñez, y dos hijos de mi anterior matrimonio, Sebastián y Constanza. Siempre tengo frases que pueden ayudar a crecer, por ejemplo: “Si lo podes soñar, lo podes crear”, “Dar un paso a la vez y disfrutar el proceso”, “Cada pequeño y gran logro es una meta alcanzada”, “Hacer con amor un trabajo es valorar cada minuto intervenido en él”, “Si tenés creatividad, si te gusta emprender lo que sea y lo hacés con amor, el cliente lo sabe y lo valora” pequeñas frases que siempre digo, que nos estimulan a seguir creciendo, no solo en pensar en positivo y creativamente, junto a la familia y amigos que apoyan, y en San Luis que es un lugar hermoso para crear.